Dir.: Adam Shankman
Int.: Julianne Hough, Diego Boneta, Russell Brand, Paul Giamatti, Catherine Zeta-Jones, Malin Akerman, Mary J. Blidge, Alec Baldwin, Bryan Cranston, Tom Cruise
¿De qué va?: Los Ángeles, 1987. Sherrie, una chica de pueblo, y Drew, un chico de ciudad, se conocen en pleno Sunset Strop, la autopista que lleva al cielo del rock. Los dos se enamoran a la vez que persiguen sus sueños de Hollywood.
Reseña: En el año 2007, Adam Shankman rodó un remake de Hairspray, musical de culto de John Waters, con un reparto plagado de estrellas y en el que suplió la ausencia del encanto trash de la original con energía arrolladora y un ritmo fácilmente contagioso. Así pues, la elección de Shankman como director de Rock of Ages, adaptación cinematográfica de un musical de Broadway que homenajea el rock ochentero, parecía ir sobre seguro. Lamentablemente, Shankman no ha sabido adaptarse al nuevo contexto musical en el que tenía que sumergirse y le ha quedado una cosa mucho más blandita de lo esperado.
Rock of Ages no funciona ni en el apartado argumental ni en el musical. Su historia es una fusión de las tres tramas más manidas del cine musical: “Chica de pueblo con vocación de estrella que se muda a la gran ciudad y acaba trabajando ligera de ropa” + “Local legendario en peligro de cierre por múltiples deudas” + “Chico de talento descubierto por un representante codicioso que se aprovecha de él”. Si a eso le sumamos una subtrama sobre una mítica y excéntrica estrella de rock que se cansa de los excesos y encuentra el AMOR tenemos el menú de temas trillados listo para degustar. Pero oye, que hay musicales geniales cuyos guiones tampoco son una maravilla, como es el caso de la propia Hairspray o de Across the Universe. El problema de Rock of Ages es que le da demasiada cancha a una cursi, repelente y poco interesante historia de amor entre dos chavales; ella, Julianne Hough, la hermana bastarda de Christina Aguilera en Burlesque, y él, Diego Boneta, el primo “cañero” del Zac Efron de High School Musical. ¿Pero esto no iba de rock?
El rock se deja entrever en los números musicales a través del repertorio de populares canciones de bandas míticas de los 80 , con excesiva presencia de baladas, y pobremente coreografiadas para la ocasión. No hay ningún número musical que se pueda considerar memorable ni que consiga hacernos vibrar. El mejor es el ‘Mash-up’ de We Built This City y We’re Not Gonna Take It que cantan Russell Brand y Catherine Zeta-Jones, esta última lo mejor de la película; en sus dos números musicales derrocha toda ese energía que le falta al conjunto. Todo lo contrario a la laureada presencia de Tom Cruise; mucha pose pero no acierta con el playback y la película se recrea tanto en sus esporádicas apariciones como si fuera lo más guay del mundo que lo que consiguen es ralentizar el ritmo de la historia. Malin Akerman y Mary J. Blidge (en un papel muy parecido al de Cher en Burlesque) se encuentran entre los pocos aciertos de la película, mientras que gente como Paul Giamatti, Alec Baldwin y Bryan Cranston vagan por ahí sin saber muy bien qué hacer.
Rock of Ages es una de las grandes decepciones cinematográficas del año. Tenía los ingredientes para ser un musical memorable pero no se ha sabido sacar provecho de ellos, dando como resultado un entretenimiento sin garra ni chispa, blandengue, cursi y trivial. Querían homenajear el rock duro pero se han contentado con realizar una aproximación superficial al espíritu del género musical. Por hacer una comparación aplicable a la vida real, digamos que es como esa gente que se compra una camiseta de, por poner un ejemplo, The Who, en cualquier cadena de tiendas de ropa porque le gusta el dibujo, pero que no ha escuchado una canción del grupo en su vida. Así es la esencia de Rock of Ages.
4/10
1 comentario:
Yo desde que vi el tráiler pensé: otra película cutre llena de famositos cantando.
Y, por lo visto, no me equivoqué tanto.
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