6/2/09

El juego de las casitas



Dir.: Sam Mendes
Int.: Leonardo DiCaprio, Kate Winslet, Kathy Bates, Michael Shannon, Kathryn Hahn, David Harbour, Dylan Baker
¿De qué va?: En los años 50, Frank y April forman un joven matrimonio de clase media que parece tenerlo todo, pero en realidad esconden cierto resquemor por no haber alcanzado los sueños a los que aspiraban cuando se conocieron.

Opinión: Sam Mendes vuelve a meter el dedo en la yaga dentro de los tradicionales valores americanos en Revolutionary Road, cinta que hereda los conflictos conyugales que Lester Burnham y esposa sufrieron en American Beauty, pero sin el humor negro que los caracterizó. Al igual que ellos, Frank y April son la pareja perfecta de cara a la galería, pero no están nada satisfechos con el transcurso que han adoptado sus vidas. Llegado el momento deciden dar un cambio de rumbo, la cuestión es si conseguirán superar todas las adversidades que se interpondrán en su preparación a un nuevo estilo de vida.


Kate Winslet y Leonardo DiCaprio son la pareja protagonista de esta amarga historia sobre los problemas conyugales y las rígidas convenciones sociales. En un primer momento se le puede achacar a la elección de actores de ser una estrategia puramente comercial para atraer a los millones y millones de espectadores que pagaron la entrada para ver cómo se enamoraban mientras el Titanic se iba a pique. Tal vez haya un poco de eso, pero lo que lo convierte en una brillante decisión artística es la innegable química que hay entre ellos y ese áura que tan bien le viene a sus personajes de que forman una pareja perfecta. Pero sólo en apariencia, y es que los que esperen ver una expansión del Titanic se van a llevar un gran chasco desde el comienzo de la cinta, cuando April y Frank tienen una dura discusión a grito pelado como nunca la hubieran tenido Rose y Jack.


Winslet y DiCaprio hacen una excelente labor, están perfectos en todos los aspectos. Ella desprende amargura y desesperación por todos los costados y él realiza uno de los mejores papeles de su carrera (por no decir el mejor) llenando de matices su ambivalente personaje, haciendo patente sus contradicciones y conflictos interiores. Si hubiera un premio a la pareja que mejor ha funcionado en pantalla este año sin duda sería para ellos. Por si fuera poco, están arropados por una galería de personajes secundarios en los que destaca Kathy Bates y Michael Shannon, este último nominado al Oscar como mejor actor secundario con toda razón, pues con sólo dos secuencias deja huella con su personaje de enfermo mental que sin embargo suelta verdades sin filtro como puños.


Los personajes son más que nunca la piedra angular de la película, pues el desarrollo de la acción se basa especialmente en sus decisiones y acciones. La puesta en escena es clásica y funcional, muy teatral, pero eso no impide que Mendes componga unos preciosos planos de gran significado. El 'pero' llega con la banda sonora, que no siempre va acorde con lo que vemos en la pantalla, bastante inferior a lo que nos tiene acostumbrados el compositor habitual de Mendes, Thomas Newman.


Revolutionary Road se une a la colección de joyas que nos ha dejado el director de American Beauty, Camino a la Perdición y Jarhead. No sólo nos encontramos a un reencuentro de actores muy esperado sino a una clase magistral de interpretación como pocas veces podemos disfrutar, y un viaje a la temida opresión de la infelicidad humana que todos desearíamos no experimentar jamás.

****

1 comentario:

Blanch dijo...

Se me olvidó comentarlo, pero tremendo final. Y la escena final inmejorable, resume con ironía todo el planteamiento de la película.

Chapeau por Sam!