Dir.: James Mangold
Int.: Tom Cruise, Cameron Diaz, Paul Dano, Peter Sarsgaard, Viola Davis, Jordi Mollá, Marc Blucas, Maggie Grace
¿De qué va?: Tras un encuentro casual, un espía a la fuga y una chica normal y corriente cruzarán sus destinos en una vertiginosa aventura por todo el planeta, con el fin de encontrar una fuente de energía inagotable al tiempo que son perseguidos por federales y traficantes.
Opinión: No corren buenos tiempos para las estrellas de Hollywood como Tom Cruise y Cameron Diaz: cada vez queda más patente que sus astronómicos salarios no son equiparables a los rendimientos económicos de sus películas en taquilla, donde rinden mejor producciones de moderado presupuesto bien publicitadas o cintas protagonizadas por los yogurines de moda que atraen al sector del público más consumista, a los adolescentes. Así las cosas, Noche y día es un alegato en defensa del ‘star-system’, un intento de demostrar que aún hay actores que con su simple apellido pueden atraer a un gran público a las salas de cine.
La película, como era de esperar, está completamente al servicio de Cruise y Diaz, quienes interpretan papeles que les van ni que pintados: él es una mezcla paródica del Ethan Hunt de Misión imposible y de su propia imagen pública y ella la rubia simpática un poco chillona pero no demasiado remilgada. El resto, tanto un argumento que funciona como enlace entre cada pasaje de acción y algún que otro momento sosegado, así como una galería de secundarios planos interpretados por actores notorios no brillan tanto como las sonrisas blancas de la pareja protagonista.
Al menos la película está dirigida por James Mangold, un tipo que a pesar de ser un poco impersonal ha hecho de todo y sin repetirse (thriller psicológico, comedia romántica, western, drama, biopic musical…) y siempre de forma muy competente. Las secuencias de acción de Noche y día son trepidantes sin tener que recurrir a los montajes videocliperos que tan de moda se han puesto, por lo que se agradece que Mangold haya optado por una puesta en escena más clásica.
A fin de cuentas, Noche y día responde al esquema tradicional de lo que siempre ha sido una película de palomitas y refresco, con sus estrellas de Hollywood, su acción apta para todos los públicos, su humor light, sus increíbles escenarios (entre los que destaca la preciosa Salzburgo, llámenme antipatriota, me da igual) y hasta con sus inexactitudes culturales. Aquí tienen la película que habría arrasado hace unos cinco o diez veranos, pero los tiempos cambian, y si Cruise y Diaz quieren conservar su privilegiado estatus deberán tomar decisiones más arriesgadas en sus respectivas carreras… y pasar por un curso de reciclaje laboral.
6/10
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