¿De qué va?: En tiempos prehistóricos, los hombres se guían por sus instintos de supervivencia, compitiendo contra los grades depredadores y las tribus rivales. En una de ellas, Tumak es expulsado por haberse peleado con su padre. Tras vagar durante días, es rescatado por la bella Loana, quien lo acoge en su pacífico clan.
Reputación: Hace un millón de años es un remake británico de una película homónima de 1940. Fue producida y distribuida por Hammer Films, compañía especializada en cine de terror y ciencia ficción como Drácula, La momia y La maldición de Frankestein. La productora volvió a resurgir hace unos años y ha sacado adelante el remake americano de Déjame entrar y La mujer de negro entre otros títulos. De los efectos especiales se encargó Ray Harryhausen, mítico animador en stop-motion que trabajó en películas como Furia de titanes y Simbad y la princesa. Además de dinosaurios animados cuadro por cuadro también se utilizaron animales reales tales como una tarántula y una iguana verde para transmitir al público sensación de realidad. Los exteriores se rodaron en el Parque Nacional del Teide de Tenerife y en el de Timanfaya de Lanzarote, además de en la Cueva de los Verdes situada en esta última isla.
La película se convirtió en el mayor éxito de taquilla de Hammer Films no sólo por los efectos especiales sino por la aparición de Raquel Welch como sexy cavernícola; de hecho, la frase “Vea a Raquel Welch con biquini preshistórico” se utilizó como eslogan de la película. El cartel publicitario fue un gran éxito de ventas al ser comercializado en diferentes tipos de posters y fotografías, convirtiendo a la prehistórica Loana en un fenómeno cultural y en uno de los mayores sex symbols de la época.
Comentario: Cuando uno se dispone a ver Hace un millón de años tiene que tener claro desde el principio que no va a encontrar rigor histórico ni debajo de las piedras. Esta película es como las películas que hace Roland Emmerich (10.000) hoy en día pero con encanto kitsch. Hablando claro, no es una buena película, su desarrollo argumental se torna muy repetitivo y arbitrario: el protagonista va a un poblado, aparece un bicho, lo matan, cambia de parecer, se vuelve al suyo, aparece un bicho, lo matan y así hasta el final. Pero la verdad es que me hace mucha gracia ver a estos cavernícolas luchando contra dinosaurios con el Teide de fondo (los espectadores de la época habrán flipado con los efectos especiales) y a la espectacular Raquel Welch como una prehistórica mujer cañón que ni tiene pelusilla del bigote. Lo dicho, Hace un millón de años tiene mucho más encanto que otras aberraciones del Séptimo Arte.
Próximo visionado: Dos en la carretera (1967)
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