5/3/12

La estrella detrás de los focos

Poster Mi semana con Marilyn

Dir.: Simon Curtis
Int.: Michelle Williams, Eddie Redmayne, Kenneth Branagh, Judi Dench, Dominic Cooper, Emma Watson, Julia Ormond, Toby Jones
¿De qué va?: En el año 1956, Marilyn Monroe visita por primera vez Inglaterra para protagonizar junto a Sir Laurence Olivier la película El príncipe y la corista. Colin Clark, un joven con ganas de trabajar en el cine, consigue un puesto como tercer ayudante de dirección, siendo testigo en primera persona del choque de egos y la tensa relación entre Olivier y Marilyn durante el rodaje.

Reseña: Los ávidos consumidores de cine y televisión podemos llegar a ser muy ingenuos, tanto que a veces confundimos la ficción con la realidad, creyendo que un actor es tal y como el personaje que interpreta o como su publicista nos ha hecho creer a través de sus entrevistas y apariciones públicas. A estas alturas, ya es de todos conocidos que Marilyn Monroe no era en la intimidad ese sex-symbol pleno de confianza que veíamos en sus películas, sino una mujer con un montón de problemas que fue engullida por el peso de su propio mito y por su adicción a las pastillas.

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Uno de los grandes aciertos de Mi semana con Marilyn es que concentra todos los claroscuros de la figura de Marilyn a través de un capítulo de su vida, en vez de abordar toda su existencia como han hecho los recientes y fallidos biopics de Margaret Thatcher y Edgar Hoover, que de querer abarcar tanto pasan muy por encima algunos temas importantes y se centran en lo que no debieran. Por otra parte, durante toda la película asumimos el punto de vista de Colin Clark, el ayudante de dirección que mantuvo una íntima relación con Marilyn durante el rodaje y que fue testigo presencial de los problemas que surgieron entre la actriz y su director y compañero de reparto, Laurence Olivier, que se movía entre la furia que le producía el errático comportamiento de la estrella y la admiración que le profesaba cuando daba lo mejor de sí en el rodaje.

Mi semana con MarilynMichelle Williams supera con creces el desafío de revivir a la tentación rubia. Jugaba en su contra su propio físico, que no se asemeja demasiado al de la malograda actriz, pero lo compensa gracias a una completa transformación psicológica donde cobran mucha importancia los movimientos corporales y la voz (lástima que esto último se pierda en la versión doblada), además de que ha sabido moverse muy bien en la ambivalencia de la actriz: sexy y radiante cuando está de cara al público, insegura y frágil en las distancias cortas, siempre jugando con su ingenuidad pero de diferentes maneras. Eddie Redmayne, de sonrisa perenne, está correcto y encantador, pero palidece ante la fuerza interpretativa de Williams y la de Kenneth Branagh como el arrogante Olivier. Entre los secundarios, Dominic Cooper y Julia Ormond cumplen con creces pero es Judi Dench quien brilla con luz propia con cada pequeña intervención que realiza como la actriz Sybil Thorndike, al contrario de Emma Watson que tiene un papel intrascendente en la historia (lo siento Pottermaníacos).

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Mi semana con Marilyn es en realidad como un telefilme, pero uno de lujo, como esos que hace la HBO y que suelen ser mejores que muchas películas que llegan a los cines. Se trata de un drama ligero que surge a raíz del controvertido rodaje de una comedia no menos ligera, y que sirve para acercarnos a una de las figuras más fascinantes que nos ha dejado la historia del cine, sin caer en ningún momento en la caricatura. El alcance que puede tener la película es limitado, pero ver  plasmado en pantalla lo que se cocía detrás de las cámaras es todo un placer para cinéfilos y mitómanos.

7/10

1 comentario:

Carlos Andrés dijo...

Muy de acuerdo en muchos aspectos que nombran, aunque a mí me resulta sin demasiado interés. Lo mejor, y por lo que más se disfruta la película, sin duda son las interpretaciones. Williams, Dench y Branagh, enormes.

Saludos.