2/1/09

Hacia rutas australianas



Dir.: Baz Luhrmann
Int.: Nicole Kidman, Hugh Jackman, Brandon Walters, David Wenhan, Bryan Brown
¿De qué va?: Lady Sarah Ashley es una aristócrata británica que viaja a Australia para encontrar a su desaparecido marido y vender unas reses al ejército, para lo que tendrá que contar con la ayuda del tosco ganadero Drover.

Opinión: Siete años han pasado desde que Baz Luhrmann escandilara al mundo con Moulin Rouge. Buena parte de esos años los ha invertido en levantar la superproducción australiana definitiva, que hiciera justicia a la historia y a los bellos paisajes de su país. La producción no estuvo exenta de problemas (actores que se echaron para atrás, diluvios y retoques en el guión), pero finalmente pudo terminarla. ¿Habrá cubierto Luhrman sus propias expectativas?


Australia es una película descomunal, de unas casi tres horas de duración que no se tornan aburridas en ningún momento, aunque no sean capaces de disipar la sensanción de que están hinchadas a base de un viaje por el vasto continente dividido en dos partes muy diferenciadas, que sirven de columna vertebral a la inventiva visual de Baz Luhrmann.


Porque si hay algo que no se le puede reprochar a la película es que no se haya cuidado su estética: fotografía y diseño artístico confluyen en perfecta armonía en unas preciosas escenas que aprovechan todo el pontencial de la geografía australiana; si bien es cierto que alguna parece extraída de los anuncios de antaño de Marlboro, su belleza y calidad son innegables. Aunque a Baz se le nota a veces el plumero y repite recursos ya vistos en sus anteriores películas: el montaje y la acción acelerada del comienzo y el plano utilizado para la escena de la muerte de un personaje tienen parecidos muy razonables con los empleados en Moulin Rouge.

Frente a la excelente calidad visual, el componente narrativo pierde fuelle. Pese a ser una historia interesante y entretenida en ningún momento es original, convirtiéndose en una remezcla de producciones recientes como Pearl Harbor o Cold Mountain y de no tan recientes como Lo que el viento se llevó, de la que hace algunas referencias y pequeños homenajes. Los personajes son muy estereotipados, con evoluciones evidentes y roles muy marcados: la refinada dama que se embrutece, el rudo amansado, el malo malísimo, el tierno niño salvaje... Las actuaciones son ajustadas pero ninguna da la nota. Al principio Nicole Kidman está muy caricaturizada, aunque luego se relaja, y con Hugh Jackman ocurre al revés, al principio se sale y cuando su personaje se redime pierde mucha fuerza.


En conclusión, Australia es una buena película aunque demasiado saturada en el apartado visual y poco explotada en el narrativo, pese a su extensa duración. Tras ella sólo espero dos cosas de su director: que no tarde tanto en estrenar una nueva película y que trabaje sin demasiada presión, para que pueda dar rienda suelta a su creatividad sin desatender a la historia.

***1/2

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