Dir.: Juan Solanas
Int.: Jim Sturgess, Kirsten Dunst, Timothy Spall, Nicholas Rose, Blu Mankuma, James Kidnie, Vlasta Vrana
¿De qué va?: Adam y Eden son dos jóvenes enamorados el uno del otro. El problema es que pertenecen a mundos distintos, uno situado encima del otro y separados por leyes físicas y políticas que dictaminan que la gente de ambas realidades no puede mezclarse. Pero cuando Adam ve a Eden en la televisión después de muchos años sin saber de ella, nada se interpondrá en su camino hacia el reencuentro.
Reseña: Hay películas que entran directamente por los ojos, de un acabado visual tan espectacular que mantienen tus ojos clavados a la pantalla para no perder detalle alguno. Un amor entre dos mundos es una de esas películas que consiguen llamar la atención desde el primer minuto por la forma que tiene de plasmar su inusual premisa: dos mundos colocados de forma inversa respecto al otro, lo cual también da pie a una de esas metáforas sociales que sirven de base para toda historia de ciencia ficción: los de arriba son los ricos y los de abajo los pobres y ambos están conectados por una organización que se dedica a explotar los recursos de los más desfavorecidos.
Pero aunque de entrada pueda parecer que esto va a tratar sobre la sublevación de la clase pobre en una sociedad distópica, los tiros no van por ahí. Esta peculiar doble realidad es tan sólo el contexto de una historia de amor imposible a lo Romeo y Julieta que se hace dueña y señora de toda la película. El principal problema radica en que ni el romance es muy original ni lo suficientemente intenso como para que merezca el enorme peso que tiene sobre la trama, resultando ser más bobalicón y naif de lo que uno desearía. Además, pese a que Jim Sturgess y Kirsten Dunst son tan atractivos como buenos intérpretes (ella sale pero que muy guapa), no consiguen desplegar una gran química en pantalla.
Por lo que la película merece realmente la pena es por el juego de perspectivas que realiza cuando los personajes interactúan con los elementos del mundo contrario, puesto que aunque los efectos especiales no siempre sean perfectos al menos sí que están bien integrados en la acción, y hay secuencias que están muy bien resueltas a través de los movimientos y giros de cámara, como el espectacular momento en el que el protagonista se tira de un océano a otro. Más vale centrarse en el poder de la imagen que en contabilizar los agujeros negros del guión, desde el ineficaz control de seguridad que realizan los mandamases hasta los objetos que se dejan abandonados en un lugar y con los que vuelve a contar nuestro héroe en otro escenario un poco más tarde.
Un amor entre dos mundos no se convertirá en película de culto porque a pesar de su original ambientación su historia romántica es demasiado vulgar como para llegar a ser memorable y su contexto está bastante desaprovechado. De hecho, me parece más interesante esa otra historia a la que alude el narrador en el desenlace que la propia trama que narra la cinta. ¿Material para una secuela? Lo dudo mucho porque la película ha sido un estrepitoso fracaso de taquilla que pese a todo no merecía porque tampoco pretende engañar a nadie en su formato de cuento de hadas más clásico que moderno.
6/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario