A finales de los 60, un misterioso músico llamado Rodríguez fue descubierto por dos productores en un bar de Detroit que le editaron dos discos con el convencimiento de que se encontraban ante una de las grandes revelaciones del panorama musical. Sin embargo, ambos discos fueron un fracaso de ventas y Rodríguez desapareció entre rumores de un suicidio brutal en plena actuación. Como son las cosas que uno de sus vinilos llegó a la Sudáfrica del Apartheid, donde su fama empezó a extenderse hasta convertirlo en un fenómeno, un icono de la libertad y del movimiento antisistema.
¿Pero quién era Rodríguez? ¿Por qué su música fue un fracaso en Estados Unidos y qué hay de verdad en los rumores sobre su desaparición? Estas preguntas y muchas más se plantean y resuelven en Searching for Sugar Man, ganador del último Oscar a mejor documental que supone un auténtico hallazgo por descubrirnos la increíble música de Sixto Rodríguez. El filme está articulado como una historia de suspense, en la que vamos descubriendo el misterio que rodea la figura central a través de numerosos testimonios, entrevistas y videos de archivo que mantienen nuestro interés constante en los ajustados 85 minutos que dura el documental. Además, la pulla a la feroz industria musical es sutil pero contundente. Lo mejor es ver el documental sin tener mucha idea sobre Rodríguez, porque supone un inmenso placer sorprenderse y emocionarse con su alucinante historia.
8/10
Y de un personaje desconocido para el gran público pasamos a uno de los cineastas más populares de la cinematografía mundial: Woody Allen. Robert B. Weide (Nueva York para principiantes) ha dirigido un documental que recorre toda la vida del cineasta neoyorkino, desde su tierna infancia, pasando por su etapa de humorista, sus primeras películas, su consagración de la mano de Annie Hall, la relación con las mujeres de su vida, como Diane Keaton y Mia Farrow, hasta acabar en la época actual con un epílogo centrado en el gran éxito cosechado con Midnight in Paris.
Lo más interesante del documental es descubrir los inicios de Allen, extractos de sus monólogos y de sus intervenciones en programas de televisión americanos, así como ver de primera mano cómo escribe sus guiones y las entrevistas con numerosas personas que lo conocen de cerca y que han trabajado con él, como su hermana, sus primeros productores, Diane Keaton, John Cusack, Sean Penn, Scarlett Johansson y un largo etcétera. Los fans acérrimos del cineasta serán los que más disfrutarán con este documental al que se le puede achacar que no nos descubra demasiadas cosas nuevas y que pase un poco de puntillas por el último período del cineasta, sin reseñar por ejemplo la razón por la que ha decidido venir a rodar a Europa, pero te deja con ganas de revisionar su filmografía completa y maravillarte de nuevo con sus obsesiones.
7/10
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