¿De qué va?: Una serie de entrevistas con los que lo conocieron nos introduce en la vida del incompetente atracador Virgil Starkwell, que desde la tierna infancia estuvo abocado a la delincuencia. Cuando descubrió que su carrera musical no tenía futuro, a Virgil no le quedó más remedio que robar, pero su escaso talento pronto lo conduciría a la cárcel.
Reputación: Toma el dinero y corre es la segunda película que dirigió Woody Allen, que además escribió y protagonizó. Sin embargo, en primera instancia Allen quería que Jerry Lewis se encargase de su dirección tras los problemas que le acarreó el rodaje de su primer filme, What’s Up, Tiger Lily?, pero al no estar disponible decidió dirigirla él. El primer montaje de la película fue un desastre, pero Ralph Rosenblum ayudó a Allen a mejorarlo y finalmente se estrenó en una pequeña sala en Manhattan llamada Playhouse. Debido al fenómeno boca-oreja que cosechó la cinta, la gente comenzó a acudir en masa superándose el récord de entradas de la sala. La película está realizada en el formato de falso documental que el director volvería a utilizar en Zelig y Acuerdos y desacuerdos. El guión, escrito en tres semanas, fue co-escrito junto a Mickey Rose, un antiguo compañero de instituto de Allen, y se hizo con el objetivo de provocar la risa durante todo el metraje. Se grabó un final alternativo en el que el personaje de Allen moría de un disparo, pero Rosenblum le convenció de cambiarlo por el final que se puede ver en la película.
Comentario: Toma el dinero y corre poco tiene que ver con las posteriores películas de Woody Allen, puesto que se trata de una sucesión de sketches con un protagonista tan adorablemente calamitoso como Charlot en vez de una de esas sofisticadas comedias en las que el neoyorkino reflexiona sobre el amor, la muerte y otros aspectos importantes de la vida. Pero eso no tiene por qué ser algo malo, puesto que Allen, además de innovar introduciendo comedia en el estilo documental, cumple con creces su afán de hacer reír, y en la película ya se nota su afilado ingenio para los diálogos agudos y las respuestas ocurrentes. Hay muchas secuencias para el recuerdo, pero yo me quedo sin duda alguna con el frustrado atraco a un banco a través de la confusa nota que le entrega al cajero.
Próximo visionado: Angustia (1987)
1 comentario:
Una película divertidísima, llena de escenas y diálogos afilados que te hacen reir.
Su formato de falso documental me parece perfecto para la historia que cuenta.
Saludos!
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