¿De qué va?: El conde Vronsky, un joven y apuesto oficial, se enamora perdidamente de Ana Karenina, esposa de un alto funcionario de San Petersburgo. Pese a que el marido de Ana se niega a concederle el divorcio los amantes deciden vivir juntos, pero, a partir de ese momento, se verán marginados por la sociedad a la que pertenecen.
Reputación: Segunda adaptación cinematográfica de la novela de León Tolstói en la que Greta Garbo repite el papel de Anna Karenina que ya había interpretado ocho años antes en la primera versión, que era muda y se tituló Love (la única adaptación de la historia que no ha utilizado el nombre del libro). Se considera una de las adaptaciones más importantes por el derroche de medios que empleó el productor David O. Selznick para recrear los lujosos entornos de la alta sociedad rusa, por la sólida dirección de Clarence Brown y por la interpretación de la Garbo. La actriz, preocupada por la fama de mujeriego que tenía Fredric March, que encarnaba a Vronsky, se presentó al rodaje con varios ajos escondidos en su indumentaria para ahuyentar sus ansias por conquistarla. Garbo fue premiada como mejor actriz por el Círculo de Críticos de Nueva York y la película obtuvo la Copa Mussolini del Festival de Venecia al mejor filme extranjero. Costó 1,15 millones de dólares y recaudó aproximadamente el doble.
Comentario: Normalmente nos quejamos de que los remakes y las nuevas versiones de historias archiconocidas simplifican el material del que parten para hacerlo más accesible a las nuevas generaciones. Al haber visto esta versión de Anna Karenina dos semanas después de su última adaptación al cine me resulta imposible no establecer comparaciones y, para mi propia sorpresa, me ha resultado más satisfactoria la versión de Joe Wright. Sin tener en cuenta el apartado técnico y artístico, obviamente superior en la última versión, la película de Clarence Brown cuenta con un mejor ritmo narrativo a costa de simplificar la historia, reduciendo considerablemente la trama de Levin y Kitty, suprimiendo pasajes (normal teniendo en cuenta que el libro es muy largo) y volviendo unidimensionales a personajes como el del marido de Anna. Además, el hijo de la protagonista es repelente a más no poder. Salimos ganando con la interpretación de Greta Garbo, menos histérica que la de Keira Knightley, y con el coronel Vronsky, pero, a falta de ver las demás versiones, si tengo que escoger me quedo con la Karenina moderna.
Próximo visionado: Toma el dinero y corre (1969)
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