Dir.: James Wan
Int.: Vera Farmiga, Lili Taylor, Patrick Wilson, Ron Livingston, Joey King, Mackenzie Foy, Shanley Caswell, Shannon Kook, John Botherton
¿De qué va?: El matrimonio de investigadores de fenómenos paranormales formado por Ed y Lorraine Warren debe hacer frente a uno de los casos más terroríficos de su carrera cuando una familia recurre a ellos para que les ayude a erradicar una poderosa entidad demoníaca que habita en su nueva casa y que los tiene aterrorizados.
Reseña: James Wan revolucionó el género del terror con con la primera y bastante estimable entrega de la saga Saw, que acabaría derivando en una serie de continuaciones que aspiraban a rizar más el rizo que sus antecesoras tanto en argumento como en truculencia. Rápidamente, Wan se hizo a un lado ejerciendo únicamente labores como productor ejecutivo de la franquicia puesto que a él le interesaba más revitalizar el cine de terror clásico, el de espíritus demoníacos, posesiones y casas encantadas. Lo consiguió con Insidious aunque no todos quedaran satisfechos con sus festivos excesos. Tanto para la gente que disfrutó como un enano con Insiduos como para los que terminaron de ver la película con una ceja arqueada llega Expediente Warren: The Conjuring, la prueba definitiva de que James Wan es un oasis en el desierto del género de terror.
Lo primero que hay que aclarar respecto a la película es que no aporta demasiadas novedades al imaginario de horror colectivo que no hayamos visto ya. Tampoco creo que esa haya sido la intención, sino la de hacer una película de terror que desprenda clasicismo por sus cuatro costados. Y Wan lo consigue, de lleno, poniendo especial atención en hasta el más mínimo detalle para dejarnos clavados al asiento. Como ya he dicho, la historia no es especialmente innovadora, pero consigue mantenernos en tensión y expectantes sobre lo que va a pasar a continuación, y sortea con elegancia los ridículos lugares comunes del género, como la razón por la que la familia no abandona la casa maldita o la reacción de ésta ante los fenómenos sobrenaturales (todo esto ya estaba en Insidious).
El director se muestra muy hábil en las secuencias terroríficas, tanto en la colocación de la cámara como en sus movimientos, haciendo un inteligente uso del espacio, del silencio y de los efectos de sonido y recurriendo a elementos ya presentes en su filmografía que no han perdido eficacia a la hora de ponernos el pelo de punta (los muñecos de porcelana, las viejas ‘creepys’ de pelo cano, los juguetes infantiles…). La ambientación setentera está muy lograda y le sienta como anillo al dedo a la lúgubre atmósfera en la que está envuelta toda la película, y Wan ha prescindido casi al completo de efectos digitales para ceder el peso de la película a un reparto que cumple su cometido con creces, especialmente las dos protagonistas femeninas, Lili Taylor y Vera Farmiga, esta última auténtica ‘alma máter’ del filme. Junto a su marido de la ficción, Patrick Wilson, encarnan a una pareja de investigadores de lo paranormal inteligente, sensible, creíble y que no vende su rollo religioso a la primera de cambios. Si mi casa se infesta de espíritus malignos recurriría a ellos sin lugar a dudas.
The Conjuring es una película muy eficaz, que nunca cae en el ridículo y que incluso se puede permitir algún que otro gag sin perder su fuerza, pero que a pesar de sus elaborados sustos y de saber jugar muy bien sus cartas (ese juego de las palmadas, esa muñeca de porcelana…) y de su terrorífica historia no es tan capaz de meternos el miedo en el cuerpo como cabría esperar. En mi caso, Insidious me dejó más trastocado, aunque soy consciente de que sólo yo y un par de pringados más nos sintamos así. No obstante, prefiero sacrificar ese aspecto por disfrutar de una película de terror tan exquisitamente dirigida, interpretada, escrita, editada y confeccionada como ésta, llamada a convertirse en un clásico instantáneo.
8/10
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