Segundas nupcias

Dir.: Pascal Chaumeil
Int.: Diane Kruger, Dany Boon, Alice Pol, Robert Plagnol, Jonathan Cohen, Barnadette La Saché, Etienne Chicot, Laure Calamy
¿De qué va?: En la familia Lefebvre, los primeros matrimonios son un fracaso. Para evitar este final con su amado novio, Isabelle prepara una estrategia: viajar hasta Dinamarca para casarse con un hombre anónimo y divorciarse al momento. Cuando el tipo le da plantón, Isabelle encuentra al sustituto perfecto: un escritor de viajes al que perseguirá por medio mundo con el fin de seducirlo y casarse con él rápidamente.

Reseña: En una entrevista realizada a un grupo de actores de doblaje que vi hace un tiempo se comentaba que su trabajo más difícil residía en poner las voces a una comedia francesa por lo rápido que recitaban los actores sus líneas de diálogo. Razón no les faltaba, puesto que el género de la comedia francesa tiene mucho que ver con las características de la clásica screwball americana que  lanzó a Katharine Hepburn al estrellato: diálogos trepidantes, ritmo veloz y una gran vitalidad al servicio de una guerra de sexos que enfrenta a personajes de marcada excentricidad y pertenecientes a la clase alta.

Llévame a la luna (Un plan parfait) reúne todos los ingredientes recién citados. Por un lado tenemos a una mujer de carácter fuerte y antipático y por el otro a un hombre peculiar e inocente que se verá arrastrado sin  conocimiento de causa al plan de la neurótica dama, quien en primer lugar se deja la piel por conquistarlo para luego hacer todo lo posible por conseguir el efecto contrario. Se trata de la clásica historia de un romance imposible plagada de engaños y choques de personalidad dinamizada por las atractivas y dispares localizaciones donde se desarrolla la trama (desde la sofocante Nairobi hasta la gélida Moscú), salpicada de gags que provocan más sonrisas que sonoras carcajadas, pero con escenas muy divertidas como la visita al dentista o el almuerzo africano.

Si bien la primera mitad de la película recuerda a las comedias románticas del Hollywood clásico, la segunda mitad está más emparentada con las producciones modernas del género, en las que el sentimentalismo gana terreno al humor y todo resulta pero que muy previsible y requetevisto. Al menos, la surrealista pareja formada por Diane Kruger y Dany Boon funciona estupendamente; ella resuelve con bastante soltura su primer papel cómico y él le da una buena réplica sin resultar tan cansino como el que aquí sería su homólogo americano, Adam Sandler. En definitiva, Llévame a la luna ofrece un entretenimiento tan liviano y agradable como prescindible, pero con mucho más encanto que la plana comedia romántica yanqui de rigor, eso sí.

6/10