Dir.: Josh Boone
Int.: Greg Kinnear, Jennifer Connelly, Lily Collins, Nat Wolff, Logan Lerman, Liana Liberato, Kristen Bell
¿De qué va?: Años después de su divorcio, el veterano novelista Bill Borgens sigue obsesionado con su ex-mujer, quien le abandonó por otro hombre. Por otra parte, Bill descubre que su hija universitaria va a publicar su primera novela cuando él hace tiempo que no consigue escribir nada. Mientras, su hijo adolescente descubre el amor por primera vez con una chica problemática.
Reseña: Encontrar el título perfecto para una historia es muy difícil, sobre todo si la has terminado y aún no te ha llegado la inspiración. Que se lo digan al debutante Josh Boone, cuya ópera prima tiene títulos para dar y regalar. Su título original y para el mercado internacional es Writers (Escritores), el americano Stuck in Love (Atascado en el amor), el australiano A Place for Me (Un lugar para mí) y el español… Un invierno en la playa. Este último por muy bonito que suene es el que menos se corresponde con la película, puesto que su historia no se desarrolla únicamente en la estación invernal, sino a lo largo de un año, entre una comida de Acción de Gracias y la siguiente.
Writers sería el título más adecuado, puesto que el filme aborda las vidas de una familia de escritores, tres generaciones en diferentes etapas vitales: mientras el más joven está descubriendo el amor por primera vez, su hermana mayor busca rollos de una noche, mantiene una actitud descreída y huye de cualquier atisbo de romance, al tiempo que el padre de ambos no consigue recuperarse de su divorcio y se encuentra anclado y falto de inspiración, sin ganas de rehacer su vida. Tras la presentación de los personajes no hace falta ser muy perspicaz para intuir en qué punto va a acabar cada uno de ellos al finalizar la película, pero esta es una de esas historias en las que resulta mucho más estimulante el camino que el llegar a la meta.
Pese a que el marco argumental no sea nada novedoso, el guión de Josh Boone cuenta con personajes bien definidos a los que resulta muy fácil cogerles cariño, buenos diálogos y lúcidas observaciones de los compartimientos humanos ante el amor, la muerte, la decepción, etcétera, y del proceso de escribir, de cómo a pesar de que las tecnologías y los soportes hayan cambiado el ritual de sentarse a escribir sigue siendo tan personal como siempre. Todas las interpretaciones se aprecian adecuadamente naturales, con un entrañable Greg Kinnear en cabeza, Lily Collins demostrando al fin que tiene madera de actriz, estupendos y encantadores Nat Wolff y Logan Lerman y con la bellísima Jennifer Connelly, quien llevaba demasiado tiempo sin asomarse por la gran pantalla. También suponen un aliciente las esporádicas intervenciones de una pizpireta Kristen Bell aunque el suyo sea un papel muy secundario.
Con una fotografía muy decente que realza el tono melancólico de la historia y un repertorio de canciones muy atinado, Un invierno en la playa se postula como la ‘feel-good movie’ de este verano. Superficial en algunos aspectos de la trama, algo tradicional en sus ideas sobre el concepto de familia, pero muy entretenida y afable, llegan los créditos finales y te deja con ganas de compartir más momentos con esta familia de escritores. Habrá que seguir de cerca el trabajo de Josh Boone porque apunta maneras, y aunque no sea una película ciertamente memorable, su optimismo y simpatía son capaces de dibujarte una sonrisa en la cara.
7/10
1 comentario:
Gran película !
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