Dir.: J.J. Abrams
Int.: Chris Pine, Zachary Quinto, Benedict Cumberbatch, Zoë Saldana, Alice Eve, Simon Pegg, Karl Urban, John Cho, Anton Yelchin, Peter Weller
¿De qué va?: Cuando a la tripulación del Enterprise le ordenan que regrese a casa, descubren una imparable y terrorífica fuerza que ha hecho saltar por los aires la flota y todo lo que esta representa, sumando al mundo en una profunda crisis. Con un asunto personal que resolver, el capitán Kirk encabeza una incursión a un planeta remoto para capturar a un hombre que es un arma de destrucción masiva.
Reseña: Nunca me ha interesado especialmente Star Trek. Conozco sus signos de identidad más característicos (Spock, el Enterprise, el saludo vulcaniaco…) porque forman parte de la cultura popular desde hace décadas, y como tal, son referenciados en multitud de obras de entretenimiento. Sin embargo, vi el reboot de J.J. Abrams sin ninguna expectativa y me sorprendió para bien, porque el cineasta acertó al equilibrar el respecto al fandom con ofrecer una película que pueda ser vista y disfrutada por los no trekkies. El cineasta le dio un lavado de cara a una franquicia que parecía no dar más de sí con el que contentó a propios y extraños.
En esta línea se mantiene su secuela, Star Trek: En la oscuridad, para la cual no hace falta tener fresca en la memoria a su antecesora: durante su frenético prólogo presenta a los principales tripulantes de la Enterprise y realiza un rápido bosquejo de la personalidad y la función que desempeña cada uno en la nave. Y a partir de ahí la película no baja la guardia ni el ritmo en ningún momento, alternando pasajes tranquilos con otros más movidos, pero capturando nuestra atención en todo momento. La historia, sin ser nada del otro mundo, cumple porque guarda sorpresas, giros de guión, momentos dramáticos, gags y hasta alusiones al clima político actual y a la forma de impartir justicia adoptada por Estados Unidos.
Contando ya con la aceptación de los trekkies, el reparto pone toda la carne en el asador en pro del espectáculo, aunque la trama se vuelve a centrar en la relación entre el Capitán Kirk y Spock (Chris Pine y Zachary Quinto tremendamente cómodos y entregados), en su amistad y en un intercambio de sus formas de preceder dadas las circunstancias, mientras que relega a un segundo plano al resto, aunque al menos todos aportan algo al devenir de la historia y no llegan a mimetizarse con la decoración. En cuanto al villano, Benedict Cumberbatch no tiene ningún problema en interpretar a un personaje tan siniestro como peligroso y le basta una única escena frente a sus adversarios encerrado en una celda, algo heredado de El silencio de los corderos pero puesto de moda en los últimos años por películas como Los Vegadores y El caballero oscuro, para realizar un skakesperiano monólogo que nos deja a todos con la boca abierta.
Si El hombre de acero te pareció muy larga, irregular y excesiva, Star Trek: En la oscuridad es tu película para este verano. No es tan oscura como cabría esperar dado su título y cumple con creces como Space Opera de verano. Sin embargo, aunque es capaz de hacer partícipes de la acción a los foráneos de la saga, no consigue inocularnos un interés por el universo Star Trek después de salir de la sala. La contra de ofrecer un entretenimiento tan rápido, directo y de fácil digestión es que no deja huella, pero certifica a J.J. Abrams como una buena elección para tomar las riendas de la otra gran saga galáctica, pese a que soy de la opinión de que habría que optar por savia nueva antes que apostar sobre seguro.
7’5/10
1 comentario:
Yo me vi el sábado pasado la primera parte y al día siguiente fui con amigos a ver la secuela al cine, y la verdad es que me gustó muchísimo todo: la historia, las actuaciones...
El final un pelín predecible, pero la película es tan entretenida y divertida a veces que no me importó.
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