En tiempos pasados, cuando una película se estrenaba directamente en el mercado doméstico era síntoma de que la distribuidora no tenía la suficiente confianza en su calidad como para estrenarla en cines, pero dada la situación precaria por la que está atravesando el cine, especialmente en España, las compañías no pueden permitirse demasiados descalabros en taquilla, por lo que actualmente cada vez son más los títulos que aunque se estrenen en cines de todo el mundo a España llegan directos a DVD, plataformas streaming y televisiones de pago.
Este mes se editará por fin Rabbit Hole en España (con tres años de retraso nada menos) y hace unas semanas lo hizo Killer Joe, protagonizada por el mediático Matthew McConaughey y dirigida por William Friedklin, realizador de El exorcista y The French Connection, si bien su carrera en los últimos años no ha sido muy exitosa. El cineasta adapta una pieza teatral de Tracy Letts, algo que ya hizo en su anterior trabajo, Bug, inédito en España. La historia versa sobre Chris, un joven que planea junto a su padre, Ansel, el asesinato de su madre para poder cobrar el dinero de su seguro y así poder pagar la enorme deuda que le debe a un mafioso. Para ello, contratan los servicios de Killer Joe, un policía que trabaja como asesino a sueldo clandestino y que se queda prendado de la hermana pequeña de Chris, Dottie.
Por su herencia teatral, el filme cuenta con un reducido número de personajes. A los cuatro mencionados en el anterior párrafo hay que sumar a Sharla, la actual esposa del padre de Chris y Dottie. Cinco personajes que difícilmente se podrían ganar la simpatía de los espectadores, puesto que sacan a relucir lo peor de lo que puede ser capaz un ser humano y de forma muy extrema. Killer Joe es una mezcla de cine neo-noir con comedia negrísima cuyos “gags” sólo podrán ser apreciados por aquellos que toleren y disfruten de un humor muy macabro, no apto para todos los paladares. La violencia viene implícita en todo el relato pero no se hace patente hasta que estalla en un acto final muy tenso e incómodo. Después de esto, no volverás a ver el pollo frito de la misma manera.
Pero la solvente dirección de William Friedkin (haciendo un uso muy inteligente de las elipsis) y el notable guión de Tracy Letts se quedarían a medio gas si no fuera por la estupenda labor de su reparto. McConaughey demuestra que está en un momento álgido de su carrera con una de sus mejores interpretaciones, en las Antípodas de sus papeles en las comedias románticas que engrosaron sus cuentas bancarias durante varios años. El actor hace gala de su carisma innato pero lo emplea para suscitar inquietud y temor en el personal, con un matiz diferente cuando se relaciona con el personaje de Juno Temple, quien también está en estado de gracia al transmitir igual de bien la inocencia y la rabia latente de Dottie.
Emile Hirsch, Thomas Haden Church y Gina Gershon también cumplen con creces en sus respectivos papeles; atentos a ella en el último tramo del filme, el cual desemboca en uno de esos desenlaces que cabrearán a más de uno por quedar abierto, aunque a mi parecer el director da una pista de lo que pasará a continuación en uno de los últimos planos. En definitiva, Killer Joe es atípica, amoral y sugestiva, recomendada a aquellos interesados en el lado oscuro y perverso del ser humano.
7’5/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario