¿De qué va?: Karen y Martha son las directoras de una exclusiva escuela para niñas. Una alumna maliciosa y vengativa, despechada por un castigo que ha recibido, oye un comentario y lo utiliza, distorsionándolo, para acusar a sus profesoras de una conducta reprobable. Los escandalosos rumores se extienden velozmente por la comunidad escolar, con repercusiones inmediatas, devastadoras y trágicas.
Reputación: Segunda adaptación cinematográfica de la obra teatral The Children’s Hour de Lillian Hellman. Su director, William Wyler, fue el mismo que realizó la primera versión, titulada como Esos tres (1936), aunque mucho más descafeinada que la adaptación posterior a causa de la censura. En ella se había eludido cualquier referencia implícita y explícita a la homosexualidad y se había convertido la historia en un triángulo amoroso convencional. En cambio, La calumnia es fiel al contenido de la pieza teatral original. Fue una de las primeras películas de Hollywood que trataron el tema del lesbianismo, sin embargo, la palabra ‘lesbiana’ ni ninguna otra similar es mencionada a lo largo del filme. No fue un gran éxito de taquilla, pero sí obtuvo una buena acogida de la crítica, además de 5 nominaciones a los Oscar: Actriz de reparto (Fay Bainter), fotografía y dirección artística en blanco y negro, vestuario y sonido. Miriam Hopkins, que en la película de 1956 interpretó a una de las profesoras, también participa en esta nueva versión, encarnando a la impertinente tía Lilly. La obra ha sido llevada al teatro en numerosas ocasiones, una de las últimas en una representación londinense con Keira Knightley y Elizabeth Moss como protagonistas.
Comentario: Un drama potente de factura exquisita, desde la fotografía en blanco y negro, pasando por su guión (obra de la propia autora de la pieza original) hasta llegar a las sublimes interpretaciones de su reparto, con la siempre estupenda Audrey Hepburn y una sobrecogedora Shirley McLaine en cabeza. Mención especial requieren Fay Bainter, la señora que provoca la marginación de las profesores, y Karen Balkin, que encarna a la niña más odiosa, malvada y repelente de todo el cine que he consumido en mi vida. Sin exagerar, es odiosa a más no poder. Por otra parte, me encanta la forma en la que aborda el tema de la homosexualidad, de una forma clara y contundente pero sutil, lo que la convierte en última instancia en uno de los mejores alegatos contra la homofobia del Séptimo Arte.
Próximo visionado: Besos robados (1968)
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