Dir.: Terrence Malick
Int.: Ben Affleck, Olga Kurylenko, Rachel McAdams, Javier Bardem
¿De qué va?: Un norteamericano, Neil, y una joven madre soltera, Marina, pasan juntos unos días en la isla francesa de St Michel, revitalizados por las sensaciones de estar de nuevo enamorados. Pero cuando Neil decide volver a Estados Unidos junto a Marina y su hija, su relación empieza a resquebrajarse y otra mujer aparece en la vida de él.
Reseña: No me considero un ferviente admirador de Terrence Malick ni soy un gran defensor de El árbol de la vida; no me pareció un truño pero tampoco una obra maestra. Pero lo que sí me molesta es toda esa gente que fue al cine a ver la película y salió echando pestes de ella a mitad de la proyección (yo jamás lo haría y menos ahora con lo caro que está el cine) cuando no tenían ni la remota idea de lo que iban a ver más allá de que salía Brad Pitt. Es la diferencia entre los que van a ver una película para distraerse y olvidarla cinco minutos después y los que buscan algo más que un mero pasatiempo, pero lo menos que se puede hacer es informarse un poco de lo que se va a ver.
Dicho esto, creo que la hasta ahora escueta filmografía de Malick deja bastante claro que las inquietudes del cineasta están más cercanas a campos artísticos como la poesía o la pintura que al cine, porque intenta evocar sentimientos a través de imágenes de la naturaleza, metáforas y monólogos internos de su personaje sin lo que se considera una estructura narrativa convencional. Todo esto está implícito en To the Wonder, logrando momentos de una gran belleza, como el comienzo (la mejor parte), cuando la pareja de enamorados vive unos días de ensueño en Francia. En este primer acto, Malick consigue hacer un retrato del amor y la felicidad de un gran lirismo, evocador y nostálgico.
Pero cuando la pareja se muda a Estados Unidos la película empieza a flaquear. La ausencia de diálogos le pasa factura y la interacción de los personajes con la naturaleza se vuelve monótona. Me da la impresión de que durante la fase de montaje, Malick ha eliminado muchas de las escenas clave de la película y ha dejado sólo los planos recurso en los que los actores se limitaban a mirar al infinito, a hacer el ganso o a acariciarse. La motivación de los personajes nos la tenemos que imaginar a través de una voz en off pomposa y poco clarificadora, y aunque algunas de las ideas de su autor se dejan entrever y son interesantes, como lo fácilmente corruptible que es el amor o su fugacidad, al final no sabemos si hemos entendido lo que nos ha querido contar o si simplemente nos ha dejado indiferentes.
Lo mejor de To the Wonder es la maravillosa fotografía de Emmanuel Lubezki, preciosa a más no poder, y Olga Kurylenko, que es la intérprete que mejor encaja en el cuadro de Malick y la que goza del personaje más desarrollado y con un mayor abanico de emociones patentes. Ben Affleck no está mal pero nos deja fríos, Rachel McAdams aparece muy poco y Javier Bardem tiene un papel de cura con crisis de fe que si se hubiera quedado en la sala de montaje, como pasó con Rachel Weisz, Jessica Chastain y demás, no nos habríamos percatado. Él tan sólo pone voz a las reflexiones espirituales y religiosas de Malick, que van más acordes con El árbol de la vida que aquí, salvo por las comparaciones entre el amor terrenal y el divino que no se acaban de desarrollar, porque su personaje no tiene la más mínima progresión. To the Wonder es muy bonita,pero fallida, y es que ni siquiera muchos de los fans del realizador han salido en su defensa. Habrá que ver cómo se desenvuelve Malick de ahora en adelante y si no se acaba convirtiendo en una parodia de sí mismo.
5’5/10
1 comentario:
Total y absolutamente de acuerdo contigo. Nada más que añadir. To The Wonder es un anuncio de ausonia. Grandes y prolongados momentos ridículos: si el amor es saltar sobre una cama, taparse la cara con cortinas y mirar al infinito desde un verde prado, muy bien. Pero yo prefiero a John Wayne, a Humphrey Bogart o, más actualmente, incluso, al relamido Ryan Gosling de El diario de Noah. Que es, este último, una cursilería. Pero al menos no se toma en serio a sí mismo ni pretende crear poesía a basa de banalidades, lugares comunes y pseudopoesía.
Malick, espabila. Eres bueno. Pero se te ha ido la olla.
P.D.: Muy buena reseña Jotabé. ¡Estás en tu mejor nivel!
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