Con alma de píxel

Dir.: Rich Moore
¿De qué va?: Durante décadas, Rompe-Ralph ha vivido a la sombra de Repara-Félix Jr., el chico bueno de su videojuego. Cansado de ser el malo de la historia. Cansado de ser el malo de la historia, Ralph decide emprender un viaje a través de los distintos mundos y generaciones de videojuegos para demostrarle al mundo que él también puede ser un héroe.

Reseña:  Los videojuegos han amenizado tanto nuestras tardes solitarias como con los amigos desde hace décadas y, sin embargo, aún mantienen esa mala imagen de inducir a la violencia a los jóvenes que siempre se pone sobre la palestra cuando se produce una matanza indiscriminada. Por otra parte, su sector se ha convertido en uno de los más rentables del mercado del entretenimiento, y Hollywood ha sabido sacarle partido cediendo las licencias de sus películas a las desarrolladoras de videojuegos, o bien comprando sus derechos para sacar adaptaciones que en la mayor parte de los casos no le hacen justicia a su referente. Disney también ha llenado sus arcas gracias a los videojuegos, por lo que ¡Rompe Ralph! podría ser si manera de agradecérselo y de paso rendirle homenaje.

Aunque al principio parece que la película va a ser un Toy Story que sustituye los juguetes por videojuegos, pronto adquiere personalidad propia con una historia que se desarrolla a un ritmo frenético y sorprendentemente imprevisible, cargada de buen humor y de guiños y referencias a toda la cultura ‘videojueguil’, desde la nostalgia por los salones recreativos, los 8 bits de la Game Boy y pasando por los 16 de la Mega Drive y la Super Nintendo hasta llegar a los videojuegos de última generación, con cameos de personajes tan populares como Sonic, mundos que hacen referencia a juegos míticos, terminología del sector y mucho más.

Los que no sean jugones tampoco tienen de qué preocuparse porque los videojuegos son sólo el (genial) contexto de una historia universal, la de un hombre que aborrece su naturaleza ante el rechazo de los demás, que debe aprender a aceptarse a sí mismo y a sacar partido tanto de sus virtudes como de sus defectos. Aunque el problema no sólo es de él, también lo es de una sociedad que está tan acostumbrada a aceptar el papel que le ha tocado a cada uno en esta vida que es incapaz de ver más allá de la superficie simplemente porque no les conviene. Tal y como en la vida misma.

Imaginativa, divertida, frenética, colorida, cómica, trepidante… Así es ¡Rompe Ralph!, una película que coge los temas habituales de los clásicos de Disney y literalmente los rompe para volver a ensamblarlos de manera diferente. Una historia con continuos giros y un clímax final tremendo y una galería de personajes a cada cual más carismático son los principales ingredientes con los que la compañía de Mickey Mouse ha conseguido ponerse a la altura de su rival directo, Pixar (algunos no harán la distinción), e incluso yo diría que la llega a superarlo si la comparamos con sus últimos trabajos, Cars 2 y Brave. Por cierto, la película viene precedida por el cortometraje Paperman, una delicia que combina las 2 dimensiones con lo digital para contarnos una tierna y mágica historia de amor en blanco y negro. Vamos, que no se pueden perder ¡Rompe Ralph! estas Navidades y ni se les ocurra llegar tarde a la sesión.

8’5/10