Qué vida tan miserable

Dir.: Tom Hooper
Int.: Hugh Jackman, Russell Crowe, Anne Hathaway, Amanda Seyfried, Eddie Redmayne, Samantha Barks, Helena Bonham Barter, Sacha Baron Cohen, Aaron Tveit
¿De qué va?: Jean Valjean es un ex-prisionero que es perseguido durante décadas por el policía Javert después de que rompiera su libertad condicional. Cuando Valjean accede a cuidar a la joven hija de Fantine, Cosette, sus vidas cambian para siempre.

Reseña: Hay películas que desde el papel ya son un caballo ganador. La adaptación cinematográfica del musical de Los Miserables lo es, porque cuenta con el prestigio de venir de una célebre obra teatral, representada en multitud de países, muy premiada y que parte a su vez de la no menos aclamada novela de Victor Hugo. Es una película que lleva innato el espíritu de trascendencia, éxito y estatuillas doradas. Vamos, que buena parte del trabajo ya estaba hecho cuando se le encargó a Tom Hooper llevar el timón del buque. Sin embargo, no creo que el director de El discurso del rey haya sido la opción más adecuada para llevar a cabo tal empresa.

Hooper es consciente del potente reparto de campanillas que tiene a su disposición y de que la fuerte carga dramática implícita en los temas del musical será aún más potente si los actores cantan sin playback, así que ha optado por hacerles primeros planos, a veces incluso sin cortes, y dejarles que se luzcan de lo lindo. Esta fórmula funciona muy bien en momentos como el impresionante I Dreamed a Dream que se marca Anne Hathaway, pero más pronto que tarde se vuelve repetitiva, tan sólo se permite hacer grandes movimientos con la cámara cuando el número se va a terminar. Hay planos marca de la casa, innecesariamente inclinados o a los que les sobra un montón de aire, calcados de El discurso del rey, mientras que los escenarios parecen sacados de una obra teatral, pero los grandes no están aprovechados ante el abuso de los primeros planos y los espacios pequeños son tan minimalistas que no parecen propios de una producción de presupuesto tan holgado como la que nos atañe.

Todos estos inconvenientes de la dirección de Hooper se salvan, y por cuánto, gracias al reparto, empezando por Hugh Jackman, que se hace dueño y señor de la función con facilidad porque el papel de Jean Valjean le sienta como un guante y él sabe aprovecharlo para hacer la mejor interpretación de su irregular carrera. Russell Crowe le da la réplica como su antagonista, el obstinado Javert, desenvolviéndose de forma muy decente en el apartado musical y resultando muy convincente cuando su personaje se ve envuelto en un conflicto moral. Sacha Baron Cohen y Helena Bonham Carter aportan el muy necesario contrapunto cómico a la historia, y aunque esta última parece un copia y pega de su papel en Sweeney Todd, ambos están pero que muy bien y consiguen animar el espectáculo.

En cuanto a los más jóvenes del reparto, Amanda Seyfried se lleva la peor parte porque su papel es el que menos goza de oportunidades para lucirse, y aún así ilumina la pantalla cada vez que entra en escena. La novata Samantha Barks está a la altura de los nombres ilustres, aunque también juega con ventaja al haber interpretado el mismo papel en una de las últimas representaciones teatrales. Eddie Redmayne es la revelación de la película porque no sólo canta muy bien sino que su interpretación es estupenda. Incluso los actores más desconocidos, como Aaron Tveit y los niños están geniales. He dejado lo mejor para el final: Anne Hathaway consigue que con su pequeña intervención, que no pasará del 25% del metraje total, nos deje con el corazón en un puño y se convierta en uno de los pilares fundamentales del musical. Su interpretación es simple y llanamente lo más memorable del filme.

Uno acabo de ver Los Miserables exhausto, porque las dos horas y media que dura la película terminan pasando factura. Hay que ser consciente de que se va a ver un musical en su naturaleza más pura, lírico casi al completo aunque escaso de coreografías, pero el problema está en que no siempre alcanza las cotas de emoción que pretende alcanzar por la discutible dirección de Tom Hooper. Por supuesto que estamos ante una película muy grande, que cuenta con un material épico, trágico y revolucionario y con un elenco de actores que no podría ser mejor, pero tengo la impresión de que el director de orquesta, sin ser un desastre, no ha sabido estar a la altura de las circunstancias.

7’5/10