26/12/12

O.C: Plácido (1961)

Poster Placido

¿De qué va?: En una pequeña ciudad provinciana, Ollas Cocinex patrocina una subasta a la que acuden artistas de Madrid para invitar a cenar a un pobre en casa de cada familia de ricos. Mientras, Plácido ha sido contratado para participar con su carromato en la cabalgata, pero surge un problema que le impide centrarse en su trabajo: ese mismo día vence la primera letra del vehículo, que es su único medio de vida.

Reputación: La película surge a partir de una campaña ideada por el régimen franquista que, bajo el lema “Siente un pobre a su mesa”, pretendía hacer crecer un sentimiento de caridad cristiana hacia las clases más desfavorecidas en un pueblo. El título del guión era en un principio tal cual, Siente un pobre a su mesa, pero Luis García Berlanga se vio obligado a cambiarlo por problemas con los censores, de ahí que acabara llamándose Plácido, como el personaje principal de la historia. El rodaje se llevó a cabo en decorados de Manresa, aunque Berlanga buscaba hacerlo en interiores naturales, pero ningún rico se lo permitió, a excepción de un director catalán amigo de él que le dejó el comedor de su casa en Barcelona. La película fue muy bien recibida tanto por parte del público como de la crítica.  Fue nominada al Oscar a la mejor película de habla no inglesa en 1962, aunque finalmente fue derrotada por un filme de temática y estilo completamente distinto: Como en un espejo de Ingmar Bergman. Además, obtuvo dos premios del Sindicato del Espectáculo, uno de ellos al mejor actor de reparto para Manuel Alexandre y dos del Círculo de Escritores Cinematográficos, mejor película y mejor director. En el momento de su estreno  tuvo problemas con el villancico final de la película donde dice: “Madre en la puerta hay un niño y gritando está de frío, ande dile que entre y así se calentará, porque en esta tierra ya no hay caridad ni nunca la ha habido ni nunca la habrá”.

Pla´cido

Comentario: Hace unos meses, Chechu escribió un magnífico rincón sobre Plácido, estableciendo una comparación entre la película y la situación que vivimos actualmente en España, así que poco tengo que añadir a lo que expresado por él. Plácido es una gran comedia de diálogos tan rápidos y ágiles que temerás perderte la mitad de los chistes y que funciona tanto como exaltación de lo absurdo (ese piso que en la visita al pobre enfermo se llena como un camarote de los hermanos Marx) al igual que como una crítica y burla brutal a la sociedad, en su hipocresía de ser caritativos sólo por Navidad y en la mediocridad en la que está sumergida los 365 días del año. Por eso, la película resulta igual de necesaria y efectiva en la época en la que se estrenó y en la actualidad, porque a pesar de todo el tiempo que ha pasado no creo que hayamos cambiado mucho.

Próximo visionado: Las uvas de la ira (1940)

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