Dir.: James Gunn
Int.: Chris Pratt, Zoe Saldana, Dave Bautista, Vin Diesel, Bradley Cooper, Lee Pace, Michael Rooker, Karen Gillan, John C. Reilly, Glenn Close
¿De qué va?: En algún lugar del espacio profundo, un ladrón humano, una asesina de piel verde, un maníaco descomunal, un mapache parlante y un árbol humanoide unen fuerzas para localizar un poderoso orbe antes de que el malvado Ronan El Acusador ponga sus viles manos en él.
Reseña: Me gustan los cómics pero no leo demasiados ni estoy muy puesto en la materia (me pierdo entre tantos universos alternativos). Quizás sea esa la razón por la que no tenía ni idea de quiénes eran los Guardianes de la Galaxia antes de que se anunciara la película, y como yo, muchos más que al menos sí que teníamos una idea de quién era Iron Man antes de que Robert Downey Jr. lo pusiera en la palestra. Ante la ignorancia general, Marvel tenía mucha más libertad y menos presión a la hora de abordar su salto al cine que cuando reunieron a sus superhéroes más icónicos en Los Vengadores, concediéndole la batuta a un director, James Gunn, cuyas películas se mueven entre lo bizarro y lo grotesco (Super es estupenda, por cierto). Pues ha sido esa libertad, la que por otra parte no ha tenido Edgar Wright en su malogrado acercamiento a Ant-Man, la que convierte a Guardianes de la Galaxia en una película única, diferente y muy, pero que muy disfrutable.
La película forma parte del Universo Marvel pero, salvo por un personaje, no tiene ninguna conexión, ni referencia, ni guiño a ningún superhéroe de la marca. No sabemos si esta independencia continuará en su anunciada continuación, pero lo que es ahora le viene de perlas para presentar cómodamente a los personajes y la particular galaxia en la que habitan. Una galaxia saturada de colores y chispazos kitsch, tomando como claro referente la ciencia ficción de los años 80 y las novelas pulp, con una banda sonora de conocidos clásicos ochenteros que le viene como anillo al dedo en cada situación. El ritmo es enloquecido y va a saco y las presentaciones de los personajes y explicaciones van de la mano con la acción, provocando que las dos horas que dura la película se pasen volando, sin tiempos muertos que valga.
Los Guardianes de la Galaxia son como El Club de los Cinco, unos perdedores y unos marginados, y es por ello por lo que no se toman tan en serio a sí mismos como sus primos lejanos, Los Vengadores, y el sentido del humor es atrevido y está siempre presente. La evolución de la relación entre sus integrantes es previsible pero muy disfrutable y rica en matices. El reparto se muestra totalmente entregado a la locura, incluso Glenn Close y John C. Reilly en sendos roles testimoniales para aportar pedigrí, pero si habría que destacar a alguien ese es Chris Pratt, quien deslumbra en su gran primer papel protagonista, desplegando todo su carisma y haciendo lo que mejor sabe hacer: el ganso, pero sin pasarse de rosca. Si les conquista, no se lo pueden perder en la serie Parks and Recreation. El villano, encarnado por Lee Pace, impone mucho, y Bradley Cooper realiza un trabajo fantástico prestando su voz a Rocket, quien forma junto a Groot (uno de los personajes digitales más entrañables que jamás se han realizado), un dúo irrepetible.
Más que una película de superhéroes, Guardianes de la Galaxia es una space opera sorprendente, fresca, hilarante, emotiva y sumamente divertida. Marvel ha arriesgado más que nunca y la jugada le ha salido redonda, pues complacerá a los fans del cómic (me imagino), al tiempo que conseguirá legiones de nuevos seguidores, dejándonos a unos y a otros con ganas de más. Asimismo, James Gunn por fin encauza todo su talento (se marca un buen número de planazos) y Chris Pratt es lanzado al estrellato. Todos salimos ganando. Eso sí, les advierto que la escena al final de los créditos no tiene nada que ver con la secuela de Los Vengadores, sino con un personaje célebre de los 80 que no todos reconocerán.
8’5/10
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