Dir.: Luc Besson
Int.: Scarlett Johansson, Morgan Freeman, Min-sik Choi, Amr Waked, Analeigh Tipton, Pilou Asbæk, Julian Rhind-Tutt
¿De qué va?: Lucy es una joven obligada a ejercer de mula cuya capacidad cerebral alcanza de forma progresiva cotas sobrehumanas cuando la bolsa de drogas que lleva en su estómago se rompe y entra en contacto con su cuerpo. Entonces, se convierte en una máquina de matar y adquiere una memoria prodigiosa y otras habilidades inalcanzables para una persona normal.
¿De qué va?: La teoría de que el ser humano sólo aprovecha el 10% de su cerebro ha sido totalmente refutada desde hace tiempo. ¿Pero qué sería del cine de acción y ciencia ficción si no tomara ideas de falsedades científicas? Un auténtico muermo. A Luc Besson, que ya había jugueteado con la naturaleza de la Humanidad en El quinto elemento, tuvo que haberle gustado El árbol de la vida, pero quizás le pareció demasiado densa y compleja para su gusto, y por eso ha decidido hacer esta versión que sin duda será más del gusto de aquellos que no pudieron aguantar la película de Terrence Malick hasta el final.
¿Y qué tiene que ver El árbol de la vida con Lucy, se preguntarán? Pues que Besson introduce numerosas imágenes de la naturaleza (paisajes, animales, ritos culturales, catástrofes naturales…) para respaldar la meteórica evolución que experimenta la protagonista de la historia, una joven que, envuelta en una pesadilla, pasa de tener un cociente intelectual medio a ser una figura sobrenatural capaz de hacer todo lo inimaginable y más. Dado que la muchacha es prácticamente invencible, Besson se ventila la parte de la venganza en una escena y le adjudica un objetivo más “intelectual” de lo que cabría esperar, por lo que a pesar de que la película no encaje demasiado en el género de acción (más bien en el thriller), el director se guarda un par de pasajes de conducción trepidante y ensalada de tiros para que la propuesta no resulte demasiado didáctica.
Para aportar atractivo a su loca historia, Besson encuentra a su mejor aliada en la figura de Scarlett Johansson, completamente creíble tanto en las escenas más dramáticas y tensas, siendo una chica aterrorizada, como cuando se convierte en una superdotada sin emociones. La Johansson está en el mejor momento de su carrera desde que la descubriésemos en Lost in Translation, combinando cine comercial e independiente con atino, y el éxito taquillero de Lucy da fe de ello. En lo que respecta a Morgan Freeman, me remito a un capítulo de South Park en el que dicen que cuando el actor aparece para explicar algo se gana una peca más. Pues aquí se limita a ganarse una más y cobrar el cheque oportuno. Suficiente. La presencia de Min-sik Choi, protagonista de Oldboy, es agradecida, pero tanto su personaje como sus secuaces son tan planos y simples como un folio en blanco.
Lucy es muy entretenida y aunque puede que se tome demasiado en serio, especialmente en un último acto demasiado psicotrópico, cuenta con unas dosis de humor absurdo que no le vienen nada mal para restarle trascendencia al asunto. Pero dado que la película no sobrepasa la hora y media de metraje y la presencia de Scarlett Johansson es absolutamente magnética, no hay que buscarle demasiado las cosquillas a este pasatiempo veraniego que nos pondrá a funcionar, si no todas, alguna que otra neurona.
6/10
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