Dir.: Woody Allen
Int.: Colin Firth, Emma Stone, Hamish Linklater, Simon McBurney, Jacki Weaver, Eileen Atkins, Erica Leerhsen, Jeremy Shamos
¿De qué va?: En los años 20, un mago inglés viaja a la Costa Azul de Francia para desenmascarar a una joven médium que, al parecer, se está aprovechando de una adinerada familia que confía ciegamente en sus poderes místicos.
Reseña: El ritmo de trabajo de una película al año que lleva Woody Allen es tan riguroso como extenuante. No seré yo quien me queje, pues habrá un gran vacío en mi cinefilia cuando el neoyorkino ya no sea capaz de continuarlo, pero tal vez sea porque los genios también necesitan vacaciones que en los últimos años ha habido una tendencia de alternar obras sobresalientes y menores. Hagamos un repaso: Si la cosa funciona –> Conocerás al hombre de tus sueños –> Midnight in Paris –> A Roma con amor –> Blue Jasmine. Pues respetando este patrón, Magia a la luz de la luna no forma parte de la liga de las mejores películas de Allen, pero al menos es mejor que Conocerás al hombre de tus sueños y A Roma con amor.
El filme tiene tiene los ingredientes más conocidos de la fórmula alleniana: ambiente aristocrático, un protagonista neurótico, escéptico y mordaz; una joven que lo embauca con su belleza y encanto; algún que otro personaje panoli; diálogos rápidos y respuestas ocurrentes… Nada que ningún fan o detractor del cineasta no conozca ya de sobra, y todo ambientado en el cálido e incomparable marco de la costa francesa, aprovechado al máximo por el director de fotografía Darius Khondji para resaltar el azul del mar, el verde de la arboleda y los rayos de sol que se reflejan en el cabello de Emma Stone. Todo es cándido en una película que se reserva las únicas gotas de amargura para su tema de estudio, que ya había sido tocado en Conocerás al hombre de tus sueños: Somos más felices cuanto más ignorantes somos. La fe, el espiritismo y la religión no son más que mecanismos de autodefensa que nos ayudan a sobrevivir en un mundo despiadado en el que estamos condenados a la pesadumbre si nos atenemos siempre a la razón.
Colin Firth aporta la característica elegancia y flema británica al personaje de Woody Allen por antonomasia: cínico, neurótico y con una respuesta aguda ante todo. Firth se adueña del rol y lo interpreta con gracia, bordando una difícil escena en la que da un monólogo clave en la trama. En cuanto a Emma Stone, la chica se muestra sumamente radiante y cautivadora. La atracción que ejerce sobre el resto de personajes se contagia al público y al propio Allen, que ha vuelto a contar con ella para su próxima película. Los secundarios, comparsas de la pareja central, están correctos, destacando Eileen Atkins y Hamish Linklater, pero desaprovecha a dos personajes con mucho potencial como son los de Marcia Gay Harden y Jackie Weaver.
Magia a la luz de la luna es una comedia ligera de Woody Allen de cajón: se ve con una sonrisa en la cara, produce varias carcajadas, posee cierta carga reflexiva y, como nunca me cansaré de repetir, resulta superior a la media de películas que se estrenan hoy en día. Si hubiese terminado 10 minutos antes habría sido mucho más potente, pero, al fin y al cabo, son las merecidas vacaciones en la Riviera francesa del director tras el ‘tour de force’ que fue Blue Jasmine. Si la tendencia continúa su curso, la película que estrenará el año que viene con Joaquin Phoenix y Emma Stone será una nueva muestra de su genio a toda máquina.
7/10
No hay comentarios:
Publicar un comentario