Dir.: Nicholas Stoller
Int.: Jason Segel, Emily Blunt, Alison Brie, Chris Pratt, Rhys Ifans, David Paymer, Jackie Weaver, Mindy Kaling, Brian Posehn, Kevin Hart
¿De qué va?: Tras un año de relación, Tome le pide matrimonio a su novia Violet, pero una serie de acontecimientos inesperados provocará que la pareja se vea obligada a retrasar la fecha del enlace una y otra vez.
Reseña: Eternamente comprometidos arranca saltándose toda la parte en la que se suele centrar la gran mayoría de comedias románticas para llegar al punto de inflexión de toda relación tradicional: la pedida de mano. Sin embargo, en vez de utilizar la elipsis y mostrarnos a continuación el día de la boda, la película se desarrolla en ese período de tiempo que está dedicado a elegir el lugar de la celebración, el menú, el sabor de la tarta, la banda de música, etcétera, solo que esta vez cobra especial relevancia las complicaciones de la vida marital moderna.
Así, entre gag y gag se esconde una madura reflexión sobre los sacrificios que estamos dispuestos a hacer por nuestra pareja, el rencor escondido en esos actos de amor, las dificultades de compaginar el amor con el trabajo soñado en tiempos en los que cada vez resulta más difícil conseguirlo y, en definitiva, nos viene a decir que la vida es muy complicada como para esperar al momento perfecto para pasar por el altar, tener hijos, comprar una casa o cualquier otro acto trascendental. La boda no es más que una formalidad, mientras que una relación se construye día a día, con anillo en el dedo o sin él.
Jason Segel (co-guionista junto al director) y Emily Blunt forman una pareja con mucha química y ambos ya han demostrado con creces que son dos actores muy dotados tanta para la comedia física como para la verbal, y funcionan igual de bien cuando las risas se quedan en un segundo plano para centrarse en los problemas de su relación. Entre los secundarios sobresalen Chris Pratt y Alison Brie, que actúan como refuerzo cómico de los protagonistas (muchos de los grandes momentazos de la cinta están protagonizados por ellos) recorriendo el camino inverso, obligados a madurar a la fuerza.
Eternamente comprometidos peca del defecto que acusan casi todas las comedias de la factoría de Judd Apatow, que no es otro que la excesiva duración. 124 minutos son demasiados para una película de estas características. Algunas escenas y situaciones se sienten algo estiradas, por lo que un recorte de 3o minutos no le habría venido nada mal (y eso que hay algunas imágenes vistas en el tráiler que no salen en el montaje final). Con todo, la película es una rara avis dentro del género de la comedia romántica, básicamente porque las complicaciones por las que pasa la pareja protagonista no son estúpidas ni banales y son un reflejo de la vida real sin que por ello sacrifique la comicidad y el estilo hollywoodiense.
7/10
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