Dir.: Lasse Hallström
Int.: Ewan McGregor, Emily Blunt, Kristin Scott Thomas, Amr Waked, Catherine Steadman, Tom Mison
¿De qué va?: El doctor Alfred Jones recibe una oferta para trabajar en un proyecto que quiere sacar adelante un acaudalado jeque yemení consistente en introducir el arte de la pesca con mosca en las montañas del norte de Yemen. Jones rechaza inicialmente la oferta, pero se verá obligado a reconsiderar su decisión cuando un asesor del primer ministro ve una oportunidad de oro para mejorar las relaciones anglo-árabes.
Reseña: De pequeños somos ingenuos y creemos que todo es posible, pero con el paso del tiempo vamos madurando y con cada experiencia nos volvemos un poco más descreídos. Al final, muchos optan por un estilo de vida corriente y mundano, viviendo para trabajar en vez de trabajar para vivir, sin nada que les permita sentir algo de verdadera pasión. Es el caso de Alfred Jones, un funcionario gris de la administración británica de rutina encorsetada y sin riesgos que de repente empieza a descubrir lo que es sentirse vivo de verdad cuando se implica en un disparatado plan de introducir salmones, peces de agua fría, en el cálido ecosistema de Yemen.
Existe cierto paralelismo entre la forma en la que subsiste el salmón con la evolución que experimenta el protagonista de esta fábula, pues llegado el momento ambos deciden remontar la corriente para sobrevivir aunque eso signifique ir en contra de lo preestablecido y ceder en algunas cuestiones. La película no se posiciona nunca a favor o en contra de los temas que aborda, pero tampoco asume una posición cobarde, sino que apuesta por la tolerancia entre ciencia y fe y entre Oriente y Occidente sin resultar ingenua, optando por la sátira en torno al oportunismo de los políticos, un tema que ahora nos viene ni que pintado y que podría haber dado más de sí en el filme, aunque al menos cuenta con el aliciente de tener a una Kristin Scott Thomas totalmente entregada al histrionismo con el que dota a su divertido papel.
Y luego está la trama que disfruta de más protagonismo en el metraje, la historia de amor que vive nuestro héroe con la representante del jeque. Lo bueno es que se trata de un romance maduro cocinado a fuego lento, a través de las conversaciones, las miradas y la admiración mutua más que en caprichos del guión y chiquilladas, pero eso también le viene a la contra porque lo priva de pasión y tensión sexual, lo cual se contrarresta gracias al buen hacer de los actores. Si Ewan McGregor y Emily Blunt ya son encantadores por separado, juntos es un auténtico delirio. Forman una de esas parejas cinematográficas bien avenidas, se mire por donde se mire.
La pesca del salmón en Yemen no siempre sabe manejar los tiempos entre los múltiples palos que toca (la comedia, el drama, la sátira política, el romance…) pero si conectas con ella te dará una inyección de optimismo vital que te animará a hacer todo aquello a lo que no te atreviste y, lo que es más importante, a levantarte e intentarlo de nuevo si tropiezas en la tentantiva. Con tan buenas intenciones, debería ser justo pasar por alto todos los posibles defectos que pueda tener. Nunca la pesca había sido tan reconfortante.
7/10
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