Reputación: Tras el éxito de la conocida como Trilogía del Dólar, Sergio Leone se sentía preparado para rodar su proyecto más ambicioso, Érase una vez en América. Sin embargo, Paramount Pictures le convenció para que rodara un western más, con un presupuesto tres veces mayor que el de sus anteriores filmes, de 5 millones de dólares, cuya mitad fue destinada a pagar el salario de los actores principales. Leone escribió un primer boceto del guion y luego llamó a Dario Argento, Sergio Donati y Bernardo Bertolucci para que le ayudasen a escribir el libreto definitivo. El rodaje en exteriores se llevó a cabo entre Monument Valley, en el desierto de Arizona, donde grandes directores estadounidenses como Howard Hawks y John Ford habían rodado sus películas más celebradas, y el desierto de Tabernas, en Almería, donde Leone llevó a cabo sus anteriores westerns.
El director insistió en conseguir a Henry Fonda para el papel del villano, dado que el actor siempre había interpretado al bueno de la película y quería sorprender a la audiencia. Para el rol de Armónica quería a Clint Eastwood, pero este ya no estaba interesado en rodar con Leone tras haber protagonizado su Trilogía del Dólar. Finalmente, el papel fue para Charles Bronson, que había declinado diferentes papeles en las películas previas de Leone. Sophia Loren fue la primera opción para dar vida a Jill, la protagonista femenina, pero Leone cambió de parecer por el miedo a que la personalidad temperamental de la actriz complicase la producción, así que se lo ofreció a Claudia Cardinale, que era su amiga y que aceptó sin tan siquiera haberse leído el guion. Ennio Morricone compuso la banda sonora a partir de uno de los guiones preliminares. La trama cambió en las versiones posteriores del libreto que se desarrollaron, pero en muchas ocasiones, Leone rodó la película con la idea de que esta se ajustara a la partitura musical ya compuesta.
Próximo visionado: Las zapatillas rojas (1948)
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