Dir.: Jessica Swale
Int.: Gemma Arterton, Gugu Mbatha-Raw, Lucas Bond, Tom Courtenay, Dixie Egerickx, Penelope Wilton
¿De qué va? Durante la Segunda Guerra Mundial, en Inglaterra, un niño que es evacuado de Londres llega a un pueblo de la costa donde será enviado a vivir a casa de Alice, una escritora atormentada por su pasado que se resiste a aceptarlo.
Reseña: Aunque ya sea un chiste cinéfilo recurrente, Keira Knightley ha declarado estar encantada de hacer siempre películas de época dado que le brindan papeles mucho más interesantes que las historias contemporáneas, en las que casi siempre le toca hacer de “la novia o esposa de”. No tengo pruebas ni tampoco dudas de que Gemma Arterton debe pensar lo mismo. Tras un malogrado intento de convertirse en estrella de Hollywood con títulos como Furia de titanes (2010) o Prince of Persia: Las arenas del tiempo (2010), la actriz británica ha desarrollado una interesante pero discreta carrera en Europa, lanzándose recientemente a producir títulos que también ha protagonizado: La búsqueda de la felicidad (2017), Vita & Virginia (2019) y En busca de Summerland, los dos últimos dramas de época con romance lésbico dirigidos por mujeres.
La importancia de que las mujeres sean quienes cuenten sus propias historias forma parte de la propia narración de En busca de Summerland. Arterton encarna a Alice, una escritora solitaria y arisca enfrascada en su tesis doctoral, que trata de la realidad que se esconde tras los mitos y leyendas que sitúan a las mujeres como catalizadores de la perdición de los hombres. Un día, le endosan para su disgusto un niño que ha sido evacuado del campo de batalla en el que se ha convertido Londres durante la Segunda Guerra Mundial. Pero como es de esperar, la aversión inicial dará paso a la ternura conforme Alice descubre que ambos tienen más cosas en común de lo que imaginaba. Alice, que arrastra un desengaño amoroso que se revela a través de flashbacks, pasa de ser alguien que considera que el dolor y la pérdida son inevitables en la vida a preocuparse por los sentimientos de otra persona, descubriendo así que se puede ser vulnerable y maternal sin sacrificar su independencia.
Otra conexión con Keira Knightley: En busca de Summerland está rodada en la misma casa que aparecía en el desenlace de Expiación (2007), que se encuentra junto a los majestuosos acantilados de Seven Sisters; una localización perfecta para esta historia dirigida y escrita por Jessica Swale que es agradable de ver pero un tanto superficial. La película deja de lado la reivindicación feminista de la protagonista para centrarse en su relación con el niño, y aunque el dúo interpretativo que se marcan Gemma Arterton y el pequeño Lucas Bond sea de lo mejor del conjunto, es una lástima que el romance lésbico interracial quede en un segundo plano y que sus implicaciones sociales e históricas se hayan pasado por alto en un intento loable, pero erróneamente concebido, de normalización.
En definitiva, En busca de Summerland es la película a la que habría llevado a mi madre a ver al cine si viviéramos en la misma ciudad. Al salir me habría dicho “Es muy bonita”, yo le habría dado la razón y al poco ya estaríamos hablando de otra cosa. Se trata de un drama de época tan pulcramente británico que se ve con agrado y una sonrisa, pero que apenas deja poso al no indagar demasiado en el interesante abanico de temas que abarca. La interpretación de Gemma Arterton vuelve a destacar, una prueba más de que ella siempre está por encima de los proyectos que, salvo por muy honrosas excepciones, suele escoger.
6/10
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