Cronología de una muerte anunciada

Dir.: Kathryn Bigelow
Int.: Jessica Chastain, Jason Clarke, Jennifer Ehle, Kyle Chandler, Mark Strong, Joel Edgerton, Chris Pratt, Mark Duplass, Edgar Ramírez
¿De qué va?: Maya, joven agente de la CIA poco experimentada sobre el terreno, llega a Pakistán tras los atentados de la Torres Gemelas para colaborar en la caza del terrorista Osama Bin Laden.

Reseña: Aunque Kathryn Bigelow se declara pacifista, tengo la impresión de que se siente más cómoda tras la trinchera que en su casa, como ese artificiero al que dio vida Jeremy Renner en En tierra hostil que se encontraba más confortable desactivando una bomba que escogiendo cereales en el supermercado. Así pues, Bigelow vuelve a territorio enemigo pero cambia la adrenalina del campo de batalla por la que se vivió en los despachos de la CIA durante los 10 años que duró la búsqueda y captura del terrorista más peligroso del planeta, Osama Bin Laden.

Siendo una película de ficción y no un documental, no podemos estar seguros al 100% que todo lo que cuenta sea verdad, pero el guión de Mark Boal desprende mucha rigurosidad en una investigación que, al igual que la que representó David Fincher en Zodiac, está llena de callejones sin salida, pistas falsas, peligros e informaciones contradictorias. Es más fácil de seguir de lo que parece y se pone mucho más interesante conforme avanza la trama, cuando la protagonista, Maya, se obsesiona y se frustra cuando sus superiores desconfían de sus teorías. Respecto a la polémica de las torturas, ya sabemos cómo se las gastaba la Administración Bush así que no creo que nadie se sorprenda, sobre todo cuando películas precedentes como Expediente Anwar ya lo exponía claramente.

La película nunca se posiciona ni a favor ni en contra de los métodos de la CIA, más bien deja que sea el espectador el que se forme su opinión partiendo del viaje emocional de Maya, que va en paralelo al sentir de la sociedad americana: aunque empieza retraída y algo incómoda, un acontecimiento clave despierta su furia y ansias de venganza hasta el punto de que su vida se concentra exclusivamente en capturar a Bin Laden. No conocemos nada de su vida anterior ni falta que nos hace, porque Jessica Chastain realiza una magnífica interpretación que rellena los huecos. Había oído que no era un papel muy lucido, pero ocurre todo lo contrario, su personaje es muy complicado al ser un enigma y cuenta con dos escenas clave, una en la que le canta las cuarenta a Kyle Chandler y la  otra el genial plano final, que valen su peso en oro de estatuillas. El resto del reparto la secunda y arropa sabiendo que la película gira en torno a ella.

La noche más oscura dura dos horas y media pero nunca se hace hace pesada porque va de menos a más, desembocando en la tensa operación militar que acabó con la vida de Bin Laden, filmada con brío por Bigelow y apoyada en una notable fotografía y sonido. Aunque la banda sonora de Alexandre Desplat no suene mucho a lo largo del metraje, es muy perturbadora y potencia la sensación de intranquilidad de la película. Los aficionados a las tramas conspiratorias se sentirán un tanto decepcionados por lo aséptica que resulta la película, y aunque saciará la curiosidad de los interesados en el tema, lo más memorable de la cinta es el retrato de la obcecada obsesión de su personaje protagonista y la pregunta que deja en el aire: ¿Y ahora qué?

8’5/10