¿De qué va?: A finales del siglo XIX, en una población sureña, la calculadora y despiadada Regina Giddens entabla una lucha sin cuartel contra sus hermanos por la repartición de unas propiedades. Regina hace que su marido, gravemente enfermo y por el cual no siente ninguna clase de afecto, regrese a casa para que juegue un papel fundamental en sus planes.
Reputación: Tras Jezabel (1938) y La carta (1940), La loba fue el tercer encuentro entre el director William Wyler y la actriz Bette Davis, quien con su actuación en este título, basado en una obra teatral escrita por Lilian Helman que había sido interpretada en Broadway por Tallula Bankhead, asentó su imagen de malvada de Hollywood. Sin embargo, la relación entre el director y la actriz fue muy conflictiva durante el rodaje, culminando en el momento en el que esta última abandonó el set. Días después, Davis apareció en los estudios y terminó la película sin dirigirle la palabra a Wyler, siendo la última vez en la que trabajaron juntos. La mitad del reparto (Dan Duryea, Patricia Collinge, Richard Carlson y Charles Dingle) fueron los actores que habían interpretado el mismo papel en la versión teatral original estrenada en 1939. Tras este filme, Bette Davis fue nombrada presidenta de la Academia, convirtiéndose en la primera mujer en serlo en los 44 años de existencia de la misma. Su personaje inspiró la ópera Regina de Marc Blisztein con libreto de la propia Liliam Helman. El filme fue nominado a 9 Oscar, incluyendo mejor película, director, actriz protagonista y dos de secundaria (Patricia Collinge y Teresa Wright) pero al final no se llevó ninguno. El título original, Little Foxes, hace referencia al Cantar de los Cantares de la Biblia, que dice “Cazadnos las zorras, las pequeñas zorras que devastan las viñas, pues nuestras viñas están en flor”.
Comentario: Drama familiar en el que todos los personajes son calculadores y maquiavélicos (y los que no lo son acabarán aprendiendo) que orbita alrededor de la siempre inquietante presencia de una Bette Davis en su esplendor más frígido e insensible. Hay una escena que todo el que haya visto la película recordará, en el que vemos en primer plano el rostro de Davis mientras ocurre otra acción en el fondo, por la que merece la pena ver el filme completo, que está muy bien aunque a mí particularmente no me cautivó tanto como lo hizo La gata sobre el tejado de zinc, de la cual me acordé por ser otro drama teatral sobre las riñas de una familia sureña. Eso sí, a Bette Davis no la gana nadie como mala malísima, y La loba es una buena prueba de ello.
Próximo visionado: Una cara con ángel (1957)
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