Dir.: David O. Russell
Int.: Bradley Cooper, Jennifer Lawrence, Robert De Niro, Jacki Weaver, Chris Tucker, John Ortiz, Julia Stiles, Anupam Kher
¿De qué va?: Tras pasar ocho meses en una institución mental, Pat vuelve a casa de sus padres con la intención de reconciliarse con su ex mujer. Sin embargo, el mundo de Pat se pone del revés cuando conoce a Tiffany, una chica con sus propios problemas y no muy buena fama en el barrio.
Reseña: Películas sobre enfermedades mentales como Alguien voló sobre el nido del cuco, Inocencia interrumpida, Una historia casi divertida o la aún inédita en España Veronika decide morir, lanzaban la cuestión de si los considerados locos no serían en realidad las personas que viven una vida auténtica, en vez de esas que se autodenominan cuerdas y que son felices mientras se conforman con ser una más del rebaño. Todas ellas defendían igualmente el derecho a experimentar un período de locura transitoria para poder encontrarnos a nosotros mismos. El lado bueno de las cosas (Silver Linings Playbook) también sigue está máxima con las dosis justas de drama, comedia y romance.
David O. Russell ya había dirigido películas sobre personas excéntricas, véase Extrañas coincidencias, pero curiosamente, en el presente filme modera el nivel de rarezas a la vez que nos dice que no sólo las personas diagnosticadas con una enfermedad mental son las que padecen algún tipo de locura; también hay madres que sienten un exacerbado amor por sus hijos, hombres con rituales y manías muy particulares, personas obsesas por el orden, etcétera. En definitiva, todos tenemos nuestra tara, sólo hay que aprender a vivir con ella, ver su lado bueno y si podemos contar con el apoyo de la familia y de nuestros amigos mejor que mejor.
El director y guionista encuentra en el reparto a su mejor aliado para contar la historia basada en la novela de Matthew Quick, pues todos los intérpretes despliegan un gran carisma y una enorme química cuando interactúan entre ellos. Bradley Cooper por fin ha encontrado un vehículo para su lucimiento interpretativo, pues lleva un gran peso de la película demostrando plenamente sus dotes tanto para la comedia como para el drama. Tampoco va corta en magnetismo Jennifer Lawrence, cuya presencia sensual y perturbadora roba la atención en cada plano en el que aparece, al tiempo que refleja los distintos matices de su personaje con suma naturalidad. Hacía años que Robert De Niro no estaba tan bien, resultando tan enternecedor como su esposa en la ficción, Jackie Weaver. Lástima que esta última quede relegada a un muy discreto segundo plano a partir de mediados del segundo acto.
Poco después de que Weaver pase a ser casi una figurante, la película va dejando atrás de forma gradual el tema de la locura que nos ha dejado escenas impagables, como las dos cenas de la pareja protagonista o sus brotes psicóticos, hasta culminar en un tercer acto que parece falto de ideas y por ello se decanta por amoldarse a las convenciones del género romántico. Al menos guarda un sensacional número de baile que funciona como exaltación de la máxima del Vive como quieras de Frank Capra, con el que también comparte la idea de la extravagante convivencia familiar. No está nada mal echar un vistazo al lado bueno de las cosas, aunque se disfruta más sin albergar grandes expectativas, porque tampoco es la excepcional película que promoción y premios nos ha intentado vender.
8/10
2 comentarios:
"No está nada mal echar un vistazo al lado bueno de las cosas, aunque se disfruta más sin albergar grandes expectativas, porque tampoco es la excepcional película que promoción y premios nos ha intentado vender".
Exacto, totalmente de acuerdo... y eso que me encantó! jeje
saludos!
'El lado bueno de las cosas' se diluye en la nada. Lo que podría haber sido una comedia diferente y memorable, termina siendo de una gazmoñería grosera. Las interpretaciones, bueno, y qué le está pasando a De Niro? Un saludo!!!
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