Parque alimentásico

Dir.: Cody Cameron, Kris Pearn
¿De qué va?: Flint descubre que su máquina que convertía agua en alimentos sigue en funcionamiento y ha pasado a crear híbridos de animales y comida. Para salvar a la humanidad, Flint y sus colegas se embarcan en una peligrosa misión, que los llevará a enfrentarse a tacocodrilos, gambancés y otras criaturas igualmente extravagantes.

Reseña: No deja de ser curioso que las distribuidoras españolas sigan empeñadas en creer que pueden vender más entradas para una película de animación contratando a los famosos de turno para que doblen a los personajes. Para Lluvia de albóndigas no se les ocurrió otra cosa que recurrir a Flipy, puesto que era un “científico loco” al igual que el protagonista de la película. Sin embargo, en el 2013 ya nadie se acuerda de dicho personaje televisivo, así que en vez de llamarlo recurren a las cuerdas vocales de los actores Santiago Segura, Carmen Machi, Úrsula Corbelo y del comediante Dani Rovira. Al menos, el trabajo de doblaje de éstos no desentona tanto como lo de Flipy, que fue espantoso.

Líos de doblaje aparte y a pesar de que ya no cuente con la misma dupla de directores al frente (atareados con la película de los LEGO), esta secuela lleva una línea continuista empezando justo donde terminó su antecesora y manteniendo su alocada dinámica y ritmo frenético. La comida gigantesca caída del cielo es reemplazada por híbridos de animal y comida, dando lugar a una expedición a lo Parque Jurásico llena de colorido, imaginación e inventiva. Sin embargo, ya no hay factor sorpresa, y puede que se haya perdido parte de la frescura de la película original y que el nivel medio de gags sea un poco inferior, pero se nota que sus responsables no se han dormido en los laureles y que han querido ofrecer una aventura novedosa sin traicionar el espíritu festivo de la marca. Incluso en sus créditos finales, una fantástica mezcla de diferentes estilos animados, se nota el esfuerzo y el cuidado que ha recibido esta producción.

Por otra parte, Lluvia de albóndigas 2 trae consigo dos importantes mensajes, válidos para un público de todas las edades, de valoración de las amistades, cuya opinión siempre hay que tener en cuenta, y tolerancia a la fauna salvaje, pues incluso las especies más peligrosas deben vivir en libertad para estudiar su comportamiento sin que su vida se vea alterada. Y también hay que apreciar que hayan tenido la valentía de colocar como villano a un equivalente malévolo del santificado Steve Jobs, al tiempo que parodian Apple sin ningún tipo de rubor. Por tanto, no me importaría que Lluvia de albóndigas se convirtiera en la nueva saga de animación por excelencia, puesto que su ágil manejo de la respuesta ocurrente, los juegos de palabras y los gags en diferentes planos aún puede dar para muchas más risas, aunque si le va a pasar como Ice Age y se va a convertir en una sombra de lo que al principio fue, mejor que se quede como está.

7’5/10