28/10/12

O.C: Cuando el destino nos alcance (1974)

Poster Soylent Green¿De qué va?: En el año 2022, la población de Nueva York, que cuenta con más de 40 millones de habitantes, vive en condiciones miserables. Para combatir el hambre, la empresa Soylent crea un alimento sintético de concentrados vegetales. Su nuevo producto es el Soylent Green, basado en el plancton, según la publicidad de la empresa, pero el policía Thorn y su viejo amigo Roth sospechan que algo inquietante se esconde detrás del nuevo alimento.

Reputación: Cuando el destino nos alcance (curiosa traducción del título original, Soylent Green) está basada en la novela Make Room! Make Room! de Harry Harrison publicada en 1966. El texto está ambientado en 1999 mientras que la película en 2022, pero ambas fueron construidas bajo el fenómeno de la guerra fría y el auge del comunismo en los países asiáticos, además del miedo de la población americana por la sobrepoblación. La película fue el proyecto nº 101 del actor Edward G. Robinson, y también resultó ser su última aparición en la pantalla grande, ya que falleció tan sólo 12 días después de terminar el rodaje, enfermo de cáncer. Su compañero de reparto, Charlton Heston, y con el que ya había trabajado en Los Diez Mandamientos de Cecil B. DeMille, era el único en el set que sabía que estaba enfermo, y por eso sus lágrimas en determinada escena clave del filme eran auténticas. En lo que respecta al Soylent Green, éste ha tenido un gran impacto en la cultura popular: en series televisivas como Futura o Los Simpsons se le hace alusión en varios capítulos. Además, ha sido título de canciones de varios grupos musicales y ha realizado cameos en videojuegos como Xenogears o Left 4 Dead 2.

Cuando el destino nos alcance

Comentario: Cuando el destino nos alcance es otra de esas películas que ve muy negro el futuro de la humanidad, y no es para menos. La película apunta ideas muy interesantes (y terroríficas) sobre en qué se va a convertir el individuo cuando escaseen los recursos y perdamos nuestra humanidad, con esas mujeres que forman parte del mobiliario, las palas que arrasan con los manifestantes o las cabinas de suicidio asistido. Lástima que lo haga a través de una investigación policiaca deshilvanada, con ecos de cine noir, pero demasiado simple, y que reserve hasta el último momento la gran revelación de la historia, que no lo es tanto porque ya se venía venir prácticamente desde el comienzo. Un filme bastante perturbador que, quizás por sus fallos, no haya aguantado el paso del tiempo tan bien como otras obras de similar temática.

Próximo visionado: Saló, o los 120 días de Sodoma (1975)

3 comentarios:

Moonlight dijo...

No había oído hablar de esta película, tiene buena pinta. Por cierto, te deseo suerte (y agallas) con la próxima...

Blanch dijo...

Jajaja gracias, la veré esta noche! Tengo mucha curiosidad por todo lo que me han dicho de ella, la semana que viene daré mi veredicto ;)

Saludos!

Chechu dijo...

No puedo esperar para leer tu reseña de Saló. Seguro que te has quedado de piedra. Y una cosa: es magistral, aunque duela tanto.