Dir.: Rian Johnson
Int.: Joseph Gordon-Levitt, Bruce Willis, Emily Blunt, Jeff Bridges, Paul Dano, Piper Perabo, Pierce Gagnon, Noah Segan, Garret Dillahunt
¿De qué va?: En el año 2072 las víctimas de asesinatos son enviadas a través de una máquina del tiempo al pasado, al año 2042, donde existe una red de sicarios, conocidos como loopers, que se encargan de acabar con ellos y de deshacerse de los cuerpos. Uno de los mejores loopers es Joe, para quien esta profesión sólo supone un trabajo muy bien pagado. Hasta que recibe un objetivo desde el futuro: él mismo.
Reseña: Los viajes en el tiempo conforman uno de los temas más trillados de la ficción tanto televisiva como cinematográfica. El buen uso de estas paradojas espacio-temporales se puede ver reflejado en producciones recientes como Código fuente, Los cronocrímenes o incluso en Midnight in Paris, donde la ciencia ficción es lo de menos. Perdidos podría ser la otra cara de la moneda, pues cuando la serie se metió en estos berenjenales perdió fuelle, retorciendo la ya enrevesada trama en una de sus temporadas más flojas. Y es que cuando juegas mucho con los saltos temporales resulta casi imposible no caer en la contradicción.
El director y guionista Rian Johnson se adentra con su tercer trabajo en los terrenos de la ciencia ficción, tras su particular y notable ópera prima, Brick, y The Brothers Bloom, que a pesar de contar con gran reparto ni siquiera se ha distribuido en España. La premisa de Looper es muy buena, y compleja, por eso Johnson tiene que recurrir durante los primeros minutos a la narración en off del protagonista para ubicar a los espectadores en este futuro distópico que, como toda buena película de ciencia ficción que se precie, guarda lecturas que la relacionan con la sociedad actual. Lo sorprendente de la película es que llegado a cierto punto corta con todo el tema de los viajes en el tiempo (sin rollos ni explicaciones enrevesadas) y lo convierte en una especie de Macguffin que da pie a una trama que tiene un poco de todo: drama, romance, acción y comedia, y que está cargada de dilemas morales concentrados en el enfrentamiento del protagonista consigo mismo, su ‘yo’ del futuro.
Al estar tan separados en el tiempo, el Joe del presente no es la misma persona que el Joe del futuro, pero los identificamos como el mismo individuo gracias al nexo establecido entre Joseph Gordon-Levitt y Bruce Willis. Levitt es un actor muy versátil y Willis tiene mucho tirón, pero es algo limitado, así que lo normal es que el primero se amolde al segundo y no al revés. A Levitt le basta una sesión de maquillaje y unos cuantos gestos y expresiones faciales para convertirse en Willis, y sin caer nunca en la caricatura. El veterano actor tampoco se duerme en los laureles, pues realiza una estupenda interpretación que, junto con la de Moonrise Kingdom, confirma que el 2012 ha sido un gran año para él. Cerrando el trío protagonista tenemos a la siempre estupenda Emily Blunt en un rol más importante de lo que cabría esperar y muy diferente a lo que ha hecho anteriormente. Atentos también al pequeño Pierce Gagnon, un robaescenas tremendo.
Looper es una película comercial de espíritu indie, no tanto por la pose como por su contenido y estilo: los originales planos y composiciones que se marca Johnson, la carga emocional (que no sentimental) de la historia, la cual transcurre en su mayor parte en el campo y a plena luz del día, la ambigüedad moral de los personajes, la acción supeditada a la trama y no al revés… Ignoro si cuenta con los suficientes ingredientes para convertirse en una obra de culto o si sus cabos están peor atados de lo que yo quiero pensar, pero estoy seguro de dos cosas: Rian Johnson es un valor seguro, no hay que perderle la pista, y Looper es de lo más sugestivo y eficaz que nos ha dejado el cine palomitero de este año.
8/10
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