¿De qué va?: Una pobre mujer londinense se ve en la necesidad de abandonar a su hijo recién nacido a las puertas de una casa de millonarios, pero tras una serie de circunstancias, el niño acaba siendo cuidado por un vagabundo que se convierte así en su padre. Cinco años después, el destino intentará separarles…
Reputación: El chico es una de las películas más famosas de Charles Chaplin, uno de sus primeros largometrajes y de los que mejor sintetiza su estilo creador, sobre todo el de su primera etapa. Chaplin se inspiró en la crudeza de su infancia y en la reciente muerte de su bebé, quien había nacido prematuro, para escribir la historia. Para el papel del chico, Chaplin encontró al intérprete perfecto en un vaudeville, un niño llamado Jackie Coogan que le impresionó con sus mímicas y movimientos corporales haciendo el shimmy, un popular baile de la época. Un año después de rodar El chico, Coogan protagonizó Oliver Twist de Frank Lloyd, que se convertiría en su película más exitosa junto al filme de Chaplin. Al crecer, su popularidad decreció, siendo su papel más recordado el de Tío Fétido en la serie televisiva de La familia Addams. La actriz Edna Purviane encarnó a la madre del chico, quien estuvo a punto de ser reemplazada por sus problemas de alcoholismo. Su sustituta iba a ser Lita Grey, quien interpreta al Ángel de la Tentación en el sueño del vagabundo y fue posteriormente esposa de Chaplin, aunque se divorciaron poco después.
Comentario: Casi todas las películas de Charles Chaplin cuentan con los mismos ingredientes y tocan temas muy similares, siendo el de la pobreza el más presente a lo largo de su carrera. Sin embargo, en cada historia hay algo, alguna escena, plano, gag o personaje, que lo convierte en una obra única. En el caso de El chico es precisamente el crío del título, epicentro de la historia, el que brilla con luz propia y se muestra capaz de robarle el protagonismo al mismísimo Chaplin, derrochando una carismática picaresca en las escenas cómicas y una ternura desgarradora en los momentos más dramáticos. La película se ve en un suspiro (apenas dura 50 minutos) y aunque tenga un pasaje onírico hacia el final que particularmente me sobra, estamos ante uno de los clásicos más emotivos que el séptimo arte nos ha dejado.
Próximo visionado: Adivina quién viene esta noche (1967)
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