O.C: La ley del silencio (1954)

¿De qué va?: Johnny Friendly, el jefe del sindicato portuario, utiliza métodos mafiosos para controlar y explotar a los estibadores de los muelles neoyorkinos. Terry Malloy es un ex-boxeador que trabaja para él y ha sido testigo y autor indirecto en uno de sus crímenes. Cuando Terry conoce a Edie Doyle, la hermana de una víctima de Friendly, se produce en él una profunda transformación moral que lo lleva a arrepentirse de su vida pasada.

Reputación: La ley del silencio (On the Waterfront) es ampliamente conocida por ser un acto de expiación por parte del director Elia Kazan, quien dio los nombres de los compañeros de profesión que militaban en el partido comunista ante el Comité de Actividades Anti-americanas, durante la Caza de brujas iniciada por el senador McCarthy. De esta forma, Kazan convirtió a los comunistas que él delató en los inmorales hampones a los que se enfrenta Marlon Brando en la película, la cual está basada en una serie de artículos de Malcom Johnson ganadores del Pulitzer sobre la criminalidad en los muelles de Nueva York. Marlon Brando aceptó el papel protagonista tras la insistencia del productor Sam Spiegel, pero bajo una condición: sólo trabajaría hasta las 4 de la tarde, pues luego tenía cita con su psicoanalista. La madre de Brando acababa de morir y éste estaba en terapia para resolver sus problemas con sus padres.

Curiosamente, para la escena en la que Rod Steiger y Brando hablan en el taxi, considerada una de las mejores de la historia del cine, todos los primeros planos del primero se rodaron cuando el otro ya se había ido del set, así que sus líneas eran leídas por uno de los miembros del equipo. Steiger estuvo muy enfadado por eso durante muchos años, mencionándolo en numeras entrevistas. La película fue un gran éxito de taquilla y crítica, triunfando en la 27ª edición de los Oscar con 8 estatuillas: película, director, actor protagonista, actriz de reparto, historia y guión, montaje y fotografía y dirección artística en blanco y negro. Eva Marie Saint ganó el Oscar por su primer trabajo en el cine, llegando al proyecto después de que Grace Kelly lo rechazara para rodar La ventana indiscreta. La película está preservada en el archivo de la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos.

Comentario: Nadie con dos dedos de frente puede negar que el intento de justificación de Elia Kazan al comparar el comunismo con la mafia portuaria es un acto realmente despreciable, pero ahí entramos en el dilema de siempre: ¿Se puede admirar el trabajo de un director infame? Yo digo que sí, que aunque todo cuente a la hora de valorar una película, siempre pesa mucho más la obra que se esconde detrás de ella o de sus implicados. Y tal vez debido al empeño de Kazan en defenderse, La ley del silencio es una obra magnífica, soberbiamente dirigida, escrita e interpretada. Brando hace un papel harto conocido para él (tipo duro con buen fondo) y aunque mastique chicle con la boca abierta (confieso que esto es una manía personal) lo borda. Es una película absorbente y poderosa, con la fuerza de un derechazo propinado por el propio Brando.

Próximo visionado: Amanece que no es poco (1988)