Dir.: Neil Burger
Int.: Shailene Woodley, Theo James, Kate Winslet, Miles Teller, Ashley Judd, Jai Courtney, Maggie Q, Zoë Kravitz, Tony Goldwyn, Ansel Elgort
¿De qué va?: En el Chicago distópico en el que vive Beatrice Prior, la sociedad está dividida en cinco facciones diferentes, cada una de ellas dedicada a cultivar una virtud concreta: Verdad, Abnegación, Osadía, Cordialidad y Erudición. Al cumplir 16 años, Beatrice debe elegir a qué facción dedicará el resto de su vida, pero el test que debería indicarle a cuál pertenece no resulta determinante, lo que la convierte en una Divergente, algo que las Autoridades consideran muy peligroso para el orden social descrito.
Reseña: Si alguien consigue hacer un comentario sobre Divergente sin decir las palabras mágicas, esto es, Los juegos del hambre, es un genio. Eso, o que ha vivido en una cueva durante los últimos dos años y lo primero que ha hecho al salir es ir al cine a ver Divergente. Creo que todos somos conscientes, incluidos los propios implicados en el filme, de que Summit compró los derechos del libro porque quería encontrar otra franquicia que le funcionara tan bien como la de Los juegos del hambre, que es la única saga literaria juvenil que ha conseguido triunfar al mismo nivel de Harry Potter y Crepúsculo. La duda estaba en si conseguiría estar a la altura o naufragaría como tantas otras. De momento parece que tendrá el suficiente éxito para asegurarle una continuación, por lo que ya podemos empezar a familiarizarnos con Triss Prior y su mundo dividido en facciones.
Las similitudes entre Los juegos del hambre y Divergente saltan a la vista: sociedad futurista estratificada y tiránica, joven heroína que se fortalece gracias a las duras pruebas a las que debe someterse, inevitable historia de amor… En cambio, mientras que la aventura de Katniss Everdeen prestaba más atención a la insensibilización de la violencia y la rebelión de la clase obrera, las hazañas de Triss Prior tienen que ver más con la búsqueda de la identidad individual y con ser uno mismo en vez de cumplir con lo que la sociedad cree que es tu labor en el mundo. Los intentos de Triss por encajar en un colectivo sabiendo que no pertenece ahí no se diferencian demasiado de los jóvenes que hoy en día ocultan su condición sexual para no ser discriminados. Si nos ponemos a ello, hasta podemos establecer una comparación entre los divergentes y la ley rusa contra la propaganda homosexual. Pero no lo haré (aunque ahí queda).
Y no lo voy a hacer porque dudo que ese símil se le haya pasado por la cabeza a alguno de los responsables de la película, cuya principal meta no debía ser otra que ofrecer un entretenimiento en la línea de Los juegos del hambre con el que poder rentabilizar el dinero invertido. Por eso, a pesar de que la cinta se alargue en más de dos horas, nunca se acaba de explicar del todo bien el funcionamiento de esta sociedad distópica, la dirección de Neil Burger está puesta en piloto automático y no se termina de conectar con lo que se está viendo a pesar de los esfuerzos de Shailene Woodley. Ella es la principal aliada del proyecto y la que lo saca adelante gracias a la convicción que demuestra en toda la evolución de su personaje. Además, establece una buena química con su partenaire masculino, Theo James, al que habrá que ver cómo continúa en las próximas películas. De momento no lo hace mal a pesar del hieratismo de su personaje.
Divergente sigue las normas no escritas de las adaptaciones de sagas literarias incluso al reservar un papel secundario a un actor de prestigio, en este caso, Kate Winslet, quien se gana su cheque sin mucho esfuerzo. La película también se nutre con un elenco de actores secundarios muy vistoso, con algunos esperando en la sombra a una mayor presencia en el futuro como es el caso de Ray Stevenson. Por otra parte, a los fans de The Spectacular Now les resultará curioso ver a Woodley y Miles Teller dándose hostias después de haberse querido tanto en aquella ocasión. En definitiva, Divergente es un entretenimiento aceptable, previsible y no muy emocionante que de momento se queda como una hermana pequeña de Los juegos del hambre a la espera de una secuela más espectacular y con un desarrollo narrativo más emocionante. Eso también ocurrió con la saga de Jennifer Lawrence, así que esperemos que en el caso de Shailene Woodley también se cumpla.
6/10
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