¿De qué va?: Tras resolver un caso en Mesopotamia, el detective Hércules Poirot regresa a casa en el Orient Express. Durante una noche, el tren atraviesa una tormenta de nieve en los Balcanes y se detiene antes de golpear una avalancha. A la mañana siguiente, aparece el cadáver de un multimillonario estadounidense. Poirot decide investigar el asesinato, pero todos los ilustres pasajeros disponen de una coartada que los excluye como sospechosos.
Reputación: Adaptación cinematográfica de una de las novelas más populares de Agatha Christie, llevada a cabo por Sidney Lumet (Doce hombres sin piedad). El principal atractivo del filme radica en su impresionante reparto, uno de los mejores de la Historia del Cine. En el Orient Express viajan Albert Finney, Sean Connery, Ingrid Bergman, Lauren Bacall, Jacqueline Bisset, Anthony Perkins y Vanessa Redgrave, entre muchos otros. Durante la primera lectura de guión se produjo un hecho curioso: Empezaron a leer, pero no se oía nada, pues todos leían sus frases en voz baja. Finalmente, Lumet se percató de que las estrellas de cine sentían un temor respetuoso por los actores que provenían del teatro y viceversa. Para romper el hielo, el director les pidió que hablaran como si hubieran acudido a cenar a casa de John Gielgud. Gracias a ello, se relajaron y pudieron continuar.
Albert Finney no fue la primera elección para encarnar a Poirot, pues tenía 38 años y el personaje estaba entre los 55 y 60 años. Sin embargo, el actor se hizo con el papel por delante de Alec Guiness y Paul Scofield y para aparentar la edad cada día de rodaje se sometía a una duda sesión de maquillaje que duraba horas. El filme fue nominado a 6 Oscars: actor principal, actriz de reparto (Ingrid Bergman), fotografía, vestuario, banda sonora y guión adaptado. El único que ganó fue el de Bergman, a quien en un principio le ofrecieron el papel de la princesa rusa, pero ella encontró más interesante el de la doncella sueca retrasada. Agatha Christie acudió al estreno del filme con 84 años. Ésta fue la única película que adaptó una de sus novelas de la que ella se sintió completamente satisfecha. La escritora murió sólo un año después del estreno de la cinta. En el 2001 se realizó un remake en formato de telefilme y recientemente se ha anunciado una nueva versión cinematográfica con Ridley Scott como productor.
Comentario: Sidney Lumet supo captar toda la esencia de un misterio con el inconfundible sello de Agatha Christie y trasladarlo a la gran pantalla con esta adaptación de Asesinato en el Orient Express. La atmósfera y la ambientación del tren es excelente, así como el trabajo de su numeroso y excelso elenco, con el mayor número de estrellas atemporales por metro cuadrado que se haya visto en una película. El misterio tiene su miga y la investigación del detective se sigue con interés, dejando espacio para que los espectadores hagan sus propias cábalas sobre la identidad del culpable. Sin embargo, el momento en el que Poirot reúne a todos los pasajeros para desvelar el misterio se alarga demasiado y pierde su atractivo porque desde que empieza a hablar uno ya se puede imaginar el quid de la cuestión, pese a que aún queden unos 15 minutos de explicación. Ante todo, se trata de una de las películas de suspense más elegantes del género.
Próximo visionado: El ángel azul (1930)
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