Dir.: Steve McQueen
Int.: Chiwetel Ejiofor, Michael Fassbender, Benedict Cumberbatch, Lupita Nyong’o, Paul Dano, Paul Giamatti, Sarah Paulson, Brad Pitt
¿De qué va?: Solomon Northup fue un culto músico negro que vivía junto a su familia en Nueva York, pero que en 1850 fue secuestrado para ser vendido como esclavo en una plantación de Louisiana. Renunciando a abandonar la esperanza, Solomon decide correr riesgos increíbles y confiar en la gente menos aparente para intentar recuperar su libertad y reunirse con su familia.
Reseña: Si en Shame Steve McQueen indagaba en la vergüenza de un individuo con un problema de adicción al sexo, en 12 años de esclavitud rastrea uno de los episodios más indecorosos de la llamada Tierra de la Libertad: la época del esclavismo. Aun tratándose de una problemática a mayor escala, McQueen mantiene el enfoque intimista al abordar el tema desde el punto de vista de Solomon Northup, un hombre que aun naciendo libre fue separado de su esposa e hijos y vendido como esclavo, sufriendo mil y una calamidades a lo largo de 12 años.
Hace un año, Quentin Tarantino daba a conocer su particular versión del tema en formato de spaguetti-western ultraviolento con Django desencadenado, algo tan lícito como la propuesta de McQueen, mucho más seria, academicista y ambiciosa, puesto que no disimula su intención de convertirse en la película definitiva sobre el esclavismo, y en buena parte lo consigue. A la hora de repartir responsabilidades, McQueen no exculpa a nadie: en una sociedad en la que se permite que seres humanos sean dueños de otros congéneres son tan culpables los tiránicos esclavistas como los que los tratan con amabilidad, así como los que miran para otro lado y los propios subyugados que, siendo presas del miedo, asisten impotentes a la tortura de sus compañeros. En una pesadilla de este calibre, no hay espacio para la solidaridad y el sacrificio. En este sentido, el cineasta demuestra su talento innato a la hora de componer tanto imágenes sumamente poéticas como aterradoras, aprovechando al máximo el escenario, el sonido y el trabajo de los actores (véase el plano secuencia del ahorcamiento).
El corazón de la película está en Chiwetel Ejiofor, que realiza una interpretación sumamente conmovedora sin caer nunca en el sentimentalismo, mientras que el alma reside en Lupita Nyong’o, actriz debutante que en cada escena que aparece ofrece un derroche de visceralidad y emoción genuinas. El lado oscuro está comandado por un genial e inquietante Michael Fassbender y su esposa en la ficción, Sarah Paulson; ambos encarnan a un matrimonio que no ven a los negros como personas, sino como objetos de su propiedad con los que poder descargar sus frustraciones, contradicciones y temores. El elenco se completa con los nombres de actores conocidos y de prestigio en papeles pequeños pero importantes. Ninguno desentona pero no deja de ser curioso que Brad Pitt, también productor de la cinta, se haya reservado el papel más políticamente correcto (y menos exigente) de toda la película.
Gracias al título sabemos que Solomon pasó 12 años como esclavo, porque la película nunca nos ubica temporalmente ni da sensación de avance en el tiempo. Estamos indudablemente ante una muy buena película, y sin embargo, me ha faltado algo por lo que poder considerarla memorable. Puede que sea demasiado formal, que McQueen no haya arriesgado ni la mitad de lo que arriesgó con Shame, o que me faltara implicación emocional más allá de retorcerme ante el chasquido del látigo. Ganará un montón de premios, méritos para ello no le faltan, pero no sé si dentro de unos cuantos años la recordaremos como la película definitiva del esclavismo o sólo como el encumbramiento de un cineasta y unos actores de un talento arrollador.
8/10
1 comentario:
Me gustó mucho, me pareció una gran película en todos los aspectos: historia, ambientación, y sobre todo actores.
¡Saludos!
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