Dir.: Harmony Korine
Int.: James Franco, Selena Gomez, Vanessa Hudgnes, Ashley Benson, Rachel Korine, Gucci Mane
¿De qué va?: Cuatro jóvenes universitarias planean reunir el dinero que necesitan para costearse sus vacaciones de primavera atracando un restaurante de comida rápida. Pero eso es solo el principio. Durante una fiesta, las chicas son arrestadas con cargos por drogas, siendo inesperadamente liberadas por Alien, un traficante de drogas y armas que las toma bajo su ala y las llevará en un viaje que nunca olvidarán.
Reseña: Había una vez que se era, cuatro jóvenes princesas que abandonaron su aburrido castillo de cristal para llegar a un paradisiaco lugar en el que, como si de la isla de los juegos de Pinocho se tratara, podían comportarse como animales en una juerga sin fin. Pero un día, cuando unos guardias las encierran en un calabozo, son liberadas por un cordero con piel de lobo que les descubre las mil maravillas de un mundo desconocido para ellas. Así es a grandes rasgos Spring Breakers, filme llamado a convertirse en la sensación y la polémica de la temporada, una profanación del sueño americano y un retorcido cuento de hadas, pero sin la moraleja de la que siempre va acompañada este último.
La intención del director y guionista Harmony Korine no es hacer una crítica del vacío de la vida universitaria (curioso contraste el que forma con la también de estreno Amor y letras). Su visión está más centrada en retratar esas desenfrenadas fiestas de primavera como un oasis en el desierto que es la vida de estas jóvenes, tan fanáticas de las armas como de Mi pequeño pony, y que son conscientes de que la diversión terminará pronto, pero que se dejan llevar por la locura del momento sin pensar en las consecuencias. La elección de las actrices protagonistas es muy inteligente porque su imagen de niñas buenas le da empaque a unas interpretaciones que tampoco suponen un gran reto, aunque la verdad es que Selena Gomez en particular sorprende por lo bien que está en su papel, el más emocional de las cuatro lolitas.
No estamos ante una película convencional, en primer lugar porque su premisa y la forma en la que ésta se desarrolla es totalmente disparatada, y en segundo porque historia y montaje se fusionan hasta el punto en el que este último cobra mayor importancia al mezclar imágenes pertenecientes al pasado, presente y futuro de la narración con ralentizaciones, música y efectos, ofreciendo una experiencia sensorial como pocas. Gracias a este peculiar trabajo de edición la película tiene secuencias tan hipnóticas y alucinantes como el plano secuencia del atraco o el bizarro momento musical que protagoniza el Everytime de Britney Spears, pero también provoca que la cinta se vuelva repetitiva y monótona en varias ocasiones, como por el reiterativo uso del sonido del gatillo de un arma en el cambio entre varias escenas.
Korine se recrea en el sudor, los bikinis y los gestos lascivos de sus heroínas al tiempo que un rastafari y excesivo James Franco chulea de mansión, armas, cochazo, drogas y pose; el materialismo americano en su versión más cafre y tristemente real. Spring Breakers es una oda a la nada, a la violencia, a la nostalgia vacacional y al descerebre juvenil en formato de videoclip, pero con mucho más contenido de lo que su superficie refleja. No tendrá dificultades en conseguir tantos fanáticos como detractores radicales y desde luego que nunca se podrá llegar a un conceso sobre ella. Yo mismo no me termino de aclarar de si se trata de una brillante estupidez o de una estupidez brillante. ¿Me cautiva o me horroriza? Probablemente ambas cosas, porque tengo la impresión de que va a ser de esas películas a las que les doy mil vueltas en mi cabeza durante mucho tiempo.
7’5/10
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