O.C: La decisión de Sophie (1982)

¿De qué va?: Stingo es un joven aspirante a escritor que se instala en una pensión de Brooklyn en el verano de 1947 para escribir su primera novela. Allí conoce a la pareja que vive en el piso de arriba, Nathan Landau, un desequilibrado científico judío, y Sophie Zawistowska, una hermosa emigrante polaca que sobrevivió al campo de exterminio de Auschwitz. Stingo iniciará una profunda amistad con la pareja que se verá alterada por los celos y los traumas del pasado.

Reputación: La decisión de Sophie está basada en la novela homónima de William Styron, la cual suscitó bastante controversia al contar la historia del Holocausto desde la perspectiva de una víctima no judía. Aún así fue un éxito internacional de ventas y ganó el National Book Award en 1980. De su adaptación al cine se encargó el director y guionista Alan J. Pakula, en cuya filmografía también destacan Todos los hombres del presidente, El informe pelícano y La sombra del diablo. Murió en un accidente de coche en 1998. La decisión de Sophie supuso el debut en el cine del actor Kevin Kline, que fue nominado a un Globo de Oro, y le reportó su segundo Oscar a Meryl Streep, que tuvo que aprender el acento polaco y a hablar alemán para el papel. Su interpretación fue seleccionada por la revista Premiere como la tercera mejor de la historia, tan sólo por detrás de Peter O’Toole en Lawrence de Arabia y por Marlon Brando en La ley del silencio. La película también estuvo nominada al Oscar de mejor guión adaptado, fotografía, banda sonora y vestuario.

Comentario: Hablar de La decisión de Sophie implica hablar directamente de Meryl Streep. La actriz no sólo es creíble como polaca que habla alemán con soltura, sino que también profundiza en todas las capas de su complejo personaje, convirtiéndose en un animal herido, tan frágil como hermoso y enigmático, que rescata el personaje de Kevin Kline. En su mirada, a veces inocente, otras afligida, reposa todo el peso dramático de un filme largo (2 horas y media) y un tanto descompensado, con un primer acto que se extiende demasiado, aunque nunca se hace pesado, y un segundo en el que hay dos flashbacks sobre el pasado de la protagonista que suponen lo mejor de la película. La fotografía es fabulosa y radicalmente opuesta en los dos tiempos en los que se ambienta el filme, los vértices masculinos del triángulo amoroso también están muy bien, la historia es tremenda pero el pilar maestro que sostiene todo el filme es Meryl Streep, una de las mejores actrices de la historia.

Próximo visionado: Memorias de África (1985)