Dir.: Jorge R. Gutiérrez
¿De qué va?: Manolo es un joven torero que se debate entre cumplir las expectativas de su familia o seguir su corazón y dedicarse a su verdadera pasión: la música. Antes de escoger el camino que seguirá, emprende una aventura a través de tres mundos fantásticos para reunirse con la mujer de sus sueños, María.
Reseña: Guillermo del Toro se ha convertido en una marca en sí mismo, apadrinando numerosas producciones, la gran mayoría de terror y ciencia ficción, a pesar de que resulte bastante discutible el poder de convocatoria de su nombre: Rudo y cursi, No tengas miedo a la oscuridad, El origen de los guardianes o Splice. Experimento mortal fueron algunas de las película auspiciadas por Del Toro que se tradujeron en sonoros fracasos de público y taquilla. Mamá y los éxitos patrios de El orfanato y Los ojos de Julia han sido las que mejor paradas han salido.
Lamentablemente, El libro de la vida no se puede considerar un negocio redondo, pues empezará a dar beneficios ahora, cuatro meses después de su estreno (lleva recaudados 95 millones de dólares habiendo costado 50). Visualmente, poco tiene que envidiar a las películas de Disney y Dreamworks: los personajes son como pequeñas marionetas, pues la historia es contada por una guía de museo a un grupo de niños, pero lo que hace a esta película tan particularmente bella es la recreación de la cultura mexicana, notándose el mimo y la pasión que le ha puesto su director, Jorge R. Gutiérrez. Brilla especialmente el diseño del mundo de los muertos, más colorido y alegre que el de los vivos, muy en la línea de La novia cadáver de Tim Burton, y que gustará especialmente a los fans del videojuego Grim Fandango.
Lástima que la historia de la que se vale Gutiérrez para hacer ese recorrido a través de la civilización mexicana sea tan manida y poco sorprendente, con un triángulo amoroso central cuya resolución se puede adivinar fácilmente desde la presentación de unos personajes muy bien doblados en su versión original por Diego Luna, Zoe Saldana y Channing Tatum, aunque tengamos que hacer la vista gorda con que la voz de este último pueda ser la de un mexicano. Con todo, es una buena película con la que pueden disfrutar tanto niños como adultos, con una selección musical ecléctica y pasada por el filtro folclórico, que reúne entre otras el I Will Wait de Mumford & Sons con Creep de Radiohead y el clásico Cielito lindo, y que aprovecha todo el potencial de la iconografía del Día de los Muertos.
6/10
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