Dir.: Jim Jarmusch
Int.: Tom Hiddleston, Tilda Swinton, Mia Wasikowska, Anton Yelchin, John Hurt, Jeffrey Wright, Slimane Daze
¿De qué va?: Adam, un músico underground profundamente deprimido, se reúne con su enigmática amante, Eve. Ambos son vampiros y su historia de amor ha prevalecido durante varios siglos, pero su idilio pronto es interrumpido por la llegada de Ava, la salvaje e incontrolable hermana de aquella.
Reseña: Reconozco que no estoy nada familiarizado con la filmografía de Jim Jarmusch. Sólo he visto Flores rotas y fue hace casi una década, en una época en la que era joven e inexperto en un tipo de cine diferente al que estaba acostumbrado. Con 16 años empecé a disfrutar de Woody Allen, Sofia Coppola o Robert Altman, pero Jarmusch era demasiado para mí. Vamos, que Flores rotas me pareció aburridísima, pero le debo un segundo visionado. Así que aviso que esta reseña de su último trabajo, Sólo los amantes sobreviven, va a estar exenta de eso que nos gusta hacer tanto a los críticos, que es alardear de nuestro conocimiento sobre determinado cineasta y encontrar los paralelismos con sus obras previas.
Jim Jarmush recurre a la figura del vampiro para hablar del vacío existencial (un tema que intuyo está muy presente en toda su filmografía), pues la condición inmortal de estos seres de la noche los convierte en idóneos protagonistas de una historia sobre la decadencia del ser humano a lo largo de la Historia y el refugio, a veces insuficiente, en el arte y la cultura para hallar un poco de esperanza y alivio. Por tanto, el componente fantástico de la película es más un instrumento para que su director aborde sus temas de cabecera que una nueva exploración de la mitología vampírica, aunque también hay espacio para juguetear con sus convencionalismos y fetiches (polos y chutes de sangre, gafas de sol, guantes de cuero…).
Tom Hiddleston y Tilda Swinton encarnan con gran convicción y con el estilazo que los caracteriza a una pareja de vampiros tan hastiada como cultureta. Se corre el peligro de que algo de ese hastío se contagie al espectador, sobre todo al que no esté acostumbrado al ritmo lento construido a base de tiempos muertos de Jarmusch, y es que además, sus chascarrillos, que los hay y bastante buenos, son demasiado esporádicos. La trama se aviva con la aparición del divertido personaje de Mia Wasikowska, quien representa el peligro y la sexualidad que han convertido a los vampiros en uno de los grandes objetos de deseo del imaginario colectivo, pero sale demasiado pronto de la trama para que el foco se vuelva a centrar en la pareja protagonista y en sus intentos por ser unos vampiros civilizados y mantener un perfil bajo, provocando que la película se alargue más de lo que debiera.
Solo los amantes sobreviven no me ha espantado como lo hizo Flores rotas en su momento pero tampoco ha conseguido que me interese especialmente en ponerme al día con la filmografía de Jim Jarmusch. Entiendo lo que ha querido contar y la forma escogida para hacerlo, pero no me seduce más allá del atractivo de su reparto y de lo bien sintonizados que están con el ambiente ‘cool’ y melancólico del filme. Sobra decir que prefiero a estos vampiros que a otros de sus semejantes contemporáneos por muy snobs que se pongan, pero un poco más de acción tampoco viene mal de vez en cuando.
6/10
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