Denis Villeneuve encadenó el rodaje de la estupenda Prisioneros con el de Enemy, una propuesta no tan comercial como aquélla basada en la novela El hombre duplicado de José Saramago, y con la que volvió a contar con Jake Gyllenhaal. La historia gira en torno a Adam, un afable profesor de historia que lleva una vida bastante monótona. Un día, mientras ve una película recomendada por un compañero de trabajo, descubre a un actor que es idéntico a él. La búsqueda de ese hombre se convierte en una obsesión que acarreará consecuencias inesperadas para ambos.
Enemy es un rompecabezas que en vez de resolverse conforme avanza el metraje hace todo lo contrario, enroscándose en un misterio psicológico a lo David Lynch hasta terminar desembocando en un plano final que causa perplejidad, y sin las explicaciones que muchos aguardaban, dando lugar a múltiples teorías sobre lo que hemos visto en los últimos 90 minutos. Es una de esas películas que crecen en la memoria, cuando intentas buscarle su lógica, puesto que su ritmo pausado y su (falsa) quietud no nos lo pone nada fácil durante su visionado. Lo mejor, además de las creativas soluciones visuales de Villeneuve (uno de los directores más sugestivos de la actualidad) es la interpretación dual de Jake Gyllenhaal, llena de matices, y la de Sarah Gadon, capaz de resolver con sutilidad varias incógnitas de la trama, sin tener que explicar nada con palabras. Lástima de Mélanie Laurent, puesto que funciona más como un instrumento argumental que un personaje en sí. Enemy es desconcierto puro y duro, y resulta muy estimulante si te armas de paciencia y te dejas picar por la araña.
6/10
La segunda película de Richard Ayoade tras la maravillosamente excéntrica Submarine también habla de un hombre que se topa con un individuo idéntico a él, y asimismo parte de un referente literario de prestigio, la novela El doble de Fiódor Dostoievsky. La acción se traslada de la Rusia del siglo XIX a la Norteamérica del siglo XXI, pero el conflicto central sigue siendo el mismo: un funcionario con muy poco carisma empieza a perder el sentido de la realidad cuando llega a su oficina un hombre idéntico a él, pero solo en apariencia, pues resulta mucho más magnético y atractivo para sus compañeros que él.
The Double cuenta con una atmósfera onírica, pesadillesca, y una estética deudora del Brazil de Terry Gilliam para dar forma a una historia tan intrincada como Enemy, pero tal vez un poco más accesible que aquella aun resultando más surrealista si cabe. Jesse Eisenberg también sale airoso a la hora de configurar dos personalidades muy opuestas entre sí (aunque sin la sutilidad de Gyllenhaal), arropado por una candorosa Mia Wasikowska como su objeto de deseo y con prácticamente todo el reparto de Submarine en papeles secundarios. Con su segundo trabajo, Ayoade empieza a asentar las bases de su estilo, en el que destaca un alienado sentido del humor, acción acelerada y una banda sonora perfectamente acorde que se convierte en un personaje más de la historia. Quizás podría haber ahondado más en ciertos aspectos, como la sátira burocrática, pero al fin y al cabo The Double es una más que interesante disertación sobre la dualidad del ser humano, la lucha entre el ‘yo’ real y el ‘yo’ soñado que habita en cada uno de nosotros.
7/10
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