Dir.: Philip Lord, Chris Miller, Chris McKay
¿De qué va?: Emmet es una figurita LEGO absolutamente normal y fiel a a las normas que es identificada por error como la persona más extraordinaria y la clave para salvar el mundo. Se ve entonces inmerso en una búsqueda épica para detener a un malvado tirano junto a un grupo de desconocidos, una aventura para la que Emmet no está preparado en absoluto.
Reseña: De todo el material del que Hollywood ha cogido ideas para evitar su sempiterna crisis creativa, las líneas de juguetes no han sido de las más celebradas. Tal vez nunca sabremos cómo habría sido ese Monopoly que iba a dirigir Ridley Scott, pero el salto al cine de los Transformers, Hundir la flota (Battleship) y los G.I. Joe no nos ha traído nada bueno para los que no somos fans de las explosiones de Michael Bay. Por eso, es normal que esta LEGO película se vea como un intento de exprimir una mundialmente famosa marca de juguetes que ya ha dado muy buenos frutos en el campo de los videojuegos. Tal vez esa haya sido la intención desde un primer momento, pero eso no debería restarle mérito a una de las películas más frescas, divertidas y geniales, no ya del campo de la animación, sino del cine americano reciente en general.
Philip Lord y Chris Miller confirman lo que ya se vio en la siempre reivindicable Lluvia de albóndigas, que tienen una gran talento tanto en el campo de la animación como en el de la comedia rápida, absurda y paródica. La LEGO película tiene una estructura clásica de blockbuster (tipo corriente llamado a ser el salvador del mundo) pero se burla de ella en cada lugar común que recorre, pero no con las maneras del que se cree el más listo de la clase, sino con gracia y ganas de ofrecer un espectáculo dinámico e hilarante. Los niños se quedarán prendados de los muñecos LEGO (realmente son una monada) y de la acción desenfrenada, y los adultos de la mayoría de los gags, las referencias a multitud de personajes y sagas famosas y a los mismos juguetes, porque como demuestra la película en un delirante giro de guión, disfrutar jugando no conoce límite de edades, y además, dispara nuestra creatividad cuando nos dejamos llevar por el niño que llevamos dentro.
También merece ser elogiado el muy bien escogido repertorio de voces, que cuenta con nombres de excepción como los de Morgan Freeman y Liam Neeson pero que en su mayoría está compuesto por intérpretes curtidos en la comedia televisiva americana, como es el caso del protagonista, Chris Pratt (Parks and Recreation), y es algo que enriquece cada línea de diálogo y cada gag. Cabe destacar el trabajo de Alison Brie modulando la voz para encarnar a un adorable y súper positivo unicornio y a Will Arnett prestando su voz a Batman, el cual se alza como el secundario roba-escenas de la película. Nunca el caballero oscuro se había mostrado tan divertido y autoconsciente de sus puntos débiles, de los cuales se ríen a gusto de la misma forma que lo hacen con todos los personajes célebres que hacen su cameo en la película en forma de LEGO (atentos a los desencuentros entre Superman y Linterna Verde).
Lo peor que le puede pasar a La LEGO película es que los prejuicios impidan que muchos espectadores se acerquen a ella, pero espero que el fenómeno boca-oreja que ya está teniendo le sirva para ser reconocida como lo que es: una brillante comedia que funciona a todos los niveles: como entretenimiento para todos los públicos, como ‘spoof movie’ y como reclamo para incrementar la venta de juguetes de la marca, de la cual los directores han sabido extraer toda su esencia y aplicarla a una película que a pesar de su espectacularidad (hay movimiento en todos los campos de la imagen) se siente como algo artesanal, lo más parecido que tendremos en Hollywood a las películas suecadas de Rebobine, por favor.
Everything is Awesome!
8’5/10
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