El legado del murciélago

Dir.: Christopher Nolan
Int.: Christian Bale, Michael Caine, Gary Oldman, Anne Hathaway, Tom Hardy, Marion Cotillard, Joseph Gordon-Levitt, Morgan Freeman
¿De qué va?: Al asumir la culpa de Harvey Dent, Batman se convirtió en un fugitivo por lo que consideraba un bien mayor. La mentira funciona durante ocho años, ya que la actividad criminal de Gotham se ve aplacada gracias a la dura Ley Dent. Pero todo cambia con la llegada de una misteriosa ladrona escaladora y de Bane, un terrorista cuyos despiadados planes para la ciudad sacarán al Hombre Murciélago de su exilio.

Reseña: Hace siete años, Christopher Nolan consiguió rescatar a Batman del pozo esperpéntico en el que lo había ahogado Joel Schumacher, otorgándole una envergadura y gravedad emparentada con las novelas gráficas de Frank Miller. Batman Begins fue un gran comienzo, pero su secuela, El caballero oscuro, fue aún mejor. No sólo nos dejó uno de los villanos más memorables y desquiciados de la historia, sino que se tornó más oscura, trágica y frenética, profundizando aún más en la disección de la figura del héroe frente a su némesis. El caballero oscuro: La layenda renace echa el cierre a la historia de Batman ideada por Nolan, una película que ha cargado con una expectativas muy altas y con la responsabilidad de acabar la trilogía con broche de oro. ¿Lo habrá conseguido?

El filme cierra el círculo empezado en Batman Begins recuperando algunos temas y personajes de aquel filme. Lo más importante es que Bruce Wayne vuelve a recuperar el protagonismo perdido en la secuela a favor del Joker y Harvey Dent, y no sólo eso: aquí se encuentra ante su mayor reto físico y emocional. Tenemos muchos personajes nuevos, pero  ninguno resulta plano e innecesario, al contrario: todos forman parte esencial de una trama que, si bien tarda una hora en activarse al completo, cuando coge velocidad resulta imparable hasta alcanzar las casi tres horas que dura la cinta. No resulta tan trepidante como El caballero oscura porque aquélla estaba construida sobre clímax constantes, uno detrás de otro, y a ésta puede que le sobren unos minutos, pero Nolan mantiene intacta la habilidad de dejarnos clavados en nuestros asientos cuando quiere; véase el enfrentamiento entre Batman y Bane en las alcantarillas, con los golpes y gritos de dolor como único acompañamiento sonoro.

Como era de esperar, el reparto está simplemente perfecto. Christian Bale ya había hecho un excepcional trabajo en las anteriores películas y aquí se consagra como el Batman definitivo, con una evolución a lo largo de la película sensacional. Anne Hathaway disipa las dudas que había en torno a ella (yo nunca las tuve) encarnando a una Catwoman fantástica, sensual, muy divertida y diferente a la que encarnó Michelle Pfeiffer en Batman vuelve, más fiel al cómic, por lo que resulta innecesario entrar en comparaciones. Y nos deja con ganas de verla más en acción. Tom Hardy es un gran villano, opuesto al Joker de Heath Ledger al tratarse de una máquina de matar racional y calculadora; la mayor parte de su interpretación se pierde en la versión doblada, pero con su actitud y sus ojos ya crea una figura aterradora.

De los secundarios, sorprende Joseph Gordon-Levitt con un personaje mucho más importante de lo que podría parecer en un principio, pero también destacaría especialmente la labor de Gary Oldman y de Michael Caine. El primero sigue siendo un genial comisario Gordon y el segundo, con unas escasas intervenciones, se lleva todo el peso emocional de la película. Tampoco puedo hablar demasiado del reparto porque me cuesta hacerlo sin revelar mucha de las sorpresas que depara la trama.

Y aunque hasta ahora todo han sido elogios, The Dark Knight Rises se me antoja inferior que su antecesora directa. ¿Por qué? Tengo un par de motivos de peso: el primero y más importante es que al guión se le notan las costuras en varios momentos, en ciertas acciones y saltos de espacio y tiempo inexplicables, y es algo que a estas alturas de la partida resulta inaceptable, pero que se puede pasar por alto si uno se deja llevar y no se formula preguntas capciosas. Y el segundo es que hay veces en que la trama se torna bastante liosa y confusa, con un reactor de por medio bastante molesto puesto que a cada momento hay algo nuevo que saber de él. Tampoco hay que buscar mensajes ocultos en la revolución social que comienza Bane en Gotham. Cierto es que tiene algunos reflejos con la convulsa situación actual, pero tan sólo se trata del trasfondo de la historia, la cual recordemos que se trata de un entretenimiento brillante, pero palomitero y multisalas al fin y al cabo.

Con todo y sin resultar la sobresaliente película que muchos esperaban, TDKR está a la altura de las circunstancias porque pone un inmejorable punto y final al viaje de Bruce Wayne (esperemos que no sea punto y seguido, por lo que pueda pasar) y nos deja no ya una serie de películas sobre Batman difícilmente superables sino una de las mejores y más redondas trilogías de la historia del cine, formada por tres capítulos que en conjunto funcionan a varios niveles: como tesis de la figura del Hombre Murciélago creado en 1939 por Bob Krane, como un ejemplo de lo que debe ser un cóctel de géneros amparado en las ambiciones de lo que supone ser una superproducción, y en última instancia como un reflejo de la sociedad, necesitada de héroes y símbolos que les rescaten no sólo  del villano de turno sino de sí mismos.

8’5/10