Uno de los rasgos que caracterizan a los mejores directores es el sello personal que dejan en sus trabajos y que los hace reconocibles aunque no sepas de antemano que la obra lleva su firma. Pero eso también puede ir en su contra cuando llegan a saturar sus filmes con ese estilo tan característico, lo que hará las delicias de sus mayores fanáticos pero no tanto las del resto.
Eso es lo que ocurre con la última película de Terry Gilliam, El imaginario del Doctor Parnassus: puro Gilliam, con sus historias imaginativas, sus imágenes oníricas, su caos narrativo… Cada una de sus virtudes son acrecentadas hasta convertirse en obstáculos cuando el director se centra en el potente estilo visual pero desatiende el arco argumental que en su tramo final se dispersa sin remedio.
La película no sería especialmente recordada si no se tratara del último trabajo (a medias) del tristemente desaparecido Heath Ledger, una contrariedad felizmente resuelta con el recurso del espejo mágico y la colaboración de Johnny Depp, Jude Law y Colin Farrell, quedando la película como un bonito homenaje al actor de carrera truncada. Su figura, junto a algún hallazgo visual y el descubrimiento de Lily Cole pero sobretodo de Andrew Garfield, se torna lo mejor de este imaginario, que dependiendo de la devoción que sientas por Terry Gilliam vivirás de forma muy diferente.
6/10
El pasado mes de Febrero, cuando ya nadie la esperaba, llegó a la cartelera española con más de dos años de retraso I’m Not There, el atípico biopic de Bob Dylan dirigido por Todd Haynes (Lejos del cielo). Más vale tarde que nunca dirán algunos, pero la verdad es que habría funcionado mucho mejor en taquilla si se hubiera estrenado en su momento, cuando Cate Blanchett consiguió la nominación al Oscar por su excelente trabajo en este filme.
En cualquier caso no nos encontramos ante el biopic convencional de un astro de la música. La película está compuesta por seis historias protagonizadas por seis personajes ficticios que representan una faceta o una etapa en la vida de Dylan, desde la recreación más semejante a la realidad a cargo de una andrógina Blanchett hasta un niño negro trotamundos (Marcus Carl Franklin), aunque lo más bizarro no es eso sino la historia de Richard Gere cuyo significado aún intento descifrar.
Demasiado larga, demasiada verborrea presuntuosa que no conduce a ninguna parte y demasiadas estrellas de Hollywood, algunas metidas con calzador en papeles que no las requerían (lo de Julianne Moore y Michelle Williams suena a favor personal al director). Los aficionados a la música de Bob Dylan seguro que le encontrarán más lecturas y significados de los que yo podría descifrar, pues al final me quedo con la sensación de que ha sido un curioso experimento que funciona a medias.
6/10
2 comentarios:
Con respecto a Parnassus este es un film que me gustó a medias, realmente no sabría decirte porqué, quizá un poco por lo que comentás con respecto a los excesos en su estilo. No sé, quizá esperaba un poco más; no obstante no quito que con el tiempo un segundo visionado uno pueda encontrar alguna otra lectura más interesante.
En cuanto a la de Dylan, te diré que no hace mucho me la topé en cable y la ví unos minutos pero como estaba empezada pues no la seguí viendo. Lo poco que vi no me llamó la atención evidentemente porque en otro caso la hubiera visto igual.
en Parnassus está interesante el tratar de proponer una historia novedosa, aunque muy cerrada a fuerza... La de Dylan no la ví, probablemente pase sin ver hasta que por acá la pongan en cable.
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