Dir.: Clint Eastwood
Int.: Angelina Jolie, John Malkovich, Jeffrey Donovan, Colm Feore, Amy Ryan
¿De qué va?: Christine Collins es una madre soltera que ha perdido a su hijo. Tras una larga investigación la policía dice haberlo encontrado, pero cuando se lo devuelven a Christine, ésta asegura que el crío no es su hijo...
Opinión: El intercambio, basada en un hecho real escalofriante, es una terrorífica versión del cuento del hombre del saco. Un niño desaparecido buscado por su angustiada madre, que al igual que hizo otro padre en busca de respuestas, el personaje de Tommy Lee Jones en la otra gran película del año, En el valle de Elah, destapa una red de corrupción dentro del gobierno y de los que en teoría son los que deben proteger a los inocentes, aunque en muchas ocasiones estén más preocupados en cubrirse sus espaldas.
Clint Eastwood filma una recreación perfecta de la ciudad de Los Angeles en los años 20, en el que el más mínimo detalle es fundamental para sumergirse en la historia y en su contexto histórico. En aquella época, las mujeres aún no se habían desecho de los condicionantes sociales que las reducían a ser inferiores al hombre, consideradas como personas indefensas y temperamentales. Por eso, la historia de Christine Collins cobra tanta importancia. Porque no es sólo una lucha por encontrar a su hijo sino por los derechos de las mujeres a hacerse escuchar y no ser tratadas como unas dementes cuando comienzan a valerse por sí mismas, algo que si bien podría haber sido el tema principal de un típico panfleto feminista o una tvmovie, en las curtidas manos de Clint Eastwood se convierte en algo muy superior.
El director de Million Dollar Baby encuentra a la heroína de su historia en Angelina Jolie, en el que se puede considerar como el papel más importante de su filmografía hasta la fecha. Si ya nos encogió el corazón el año pasado con Un corazón invencible, donde también sufría la pérdida de un ser querido, en esta ocasión Jolie clava una interpretación sublime en la que su aflicción queda perfectamente plasmada en pantalla. Desde el primer momento empatizas con el sufrimiento de su personaje, al que imprime de carácter y fragilidad cuando lo requieren los acontecimientos. Aunque sea la principal protagonista de la película, no sería justo omitir al resto del reparto. Un John Malkovich muy aplicado, Jeffrey Donovan encarnando a un personaje totalmente odioso o Amy Ryan en una pequeña pero destacada intervención. Todos están estupendos.
A pesar de que la película dura dos horas y veinte minutos el ritmo no decrece en ningún momento y cuenta con los suficientes giros de guión como para mantener la atención durante todo el metraje. La única pega que se le podría achacar es que los personajes tienen roles muy rígidos: hay una clara distinción entre los buenos y los malos, en lo que está bien y lo que está mal. Minucias que en ningún momento empaña el resultado final, una de las mejores películas del año, rodada con el pulso y la crudeza que sólo un maestro del cine podría otorgar.
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