Musicales... Los adoras o los detestas: No hay género que produzca sentimientos tan opuestos como el musical, ni de naturaleza tan surrealista.
Abba... Los adoras o los detestas: Pocos grupos musicales despiertan tanto amor y odio a partes iguales, pero lo que es innegable es que marcó un hito en la historia de la música pop.
La suma de estas dos controversias da como producto Mamma Mia! Musical compuesto por un gran repertorio de canciones del famoso grupo sueco que saltó al cine durante el pasado verano y arrasó en taquilla. Tres son los factores que han hecho que la adaptación cinematográfica haya sido un éxito: las canciones (evidentemente), el refrescante paisaje de Grecia como telón de fondo y una Meryl Streep totalmente entregada al ritmo de la música.
Si a Pierce Brosnan se le nota que tiene un poco de sentido del ridículo aunque se esfuerce por no desentonar, es Streep la que se convierte en la reina del baile al darle naturalidad y convicción a cada nimiedad que hace (véase cuando canta The Winner Takes It All delante de un incrédulo Brosnan).
Mamma Mia! es un musical muy divertido, aunque a veces pueda parecer que se estanca porque con cada número musical la trama se detiene (y eso que la historia es bien simple), a diferencia de otros musicales como Chicago que integran perfectamente las canciones con la narración. Está hecho a medida de los fans del grupo sueco, aunque es un producto que puede ser degustado por todo el mundo salvo por los que amenicen sus pesadillas con canciones como Gimme! Gimme! Gimme! o Waterloo, en esos casos no hay nada que hacer.
***1/2
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