¡Porque lo digo yo! nos viene a contar lo problemáticas que pueden ser las relaciones madre-hija al tender mucho a la sobreprotección, pero eso lo conocemos todos de sobra de nuestra vida personal y de otras películas. Así que sólo nos quedan diálogos de vergüenza ajena como el que tienen madre e hija sobre orgasmos, actrices desaprovechadas como Piper Perabo, y, no todo iba a ser malo, el encanto que transmiten Mandy Moore y Gabriel Macht. Sobretodo éste último.
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