Ryan Phillippe es un actor solvente que empezó en películas que lo enmarcaban como ídolo adolescente (Sé lo que hicisteis el último verano, Crueles Intenciones) para luego apartarse del primer plano cuando todos los focos los acaparaba la que por entonces era su mujer, Reese Witherspoon. Phillippe siguió actuando pero sin tener el reconocimiento y el caché de su esposa, de lo cual bromeó una vez en una ceremonia de los Oscar.
Hace cosa de un año la pareja perfecta rompió, parece ser que no era tan idílica, rompiendo un matrimonio que duró 6 años y en el que tuvieron dos hijos. Ahora que no tiene que compartir plano parece que la carrera de Ryan vuelve a remontar. A principio de año lo vimos en Banderas de nuestros padres, una de las dos películas que dirigió Clint Eastwood acerca de la guerra de Iwo-Jima, y el mes que viene estrena en nuestro país con un poco de retraso El espía, sobre un caso real de espionaje que ocurrió dentro del FBI. Chris Cooper y Laura Linney completan el reparto.
Pues bien, hace unos días saltó la noticia de que encabezará el elenco de Last Battle Dreamer, una película sobre vikingos en la que también participarán Sean Bean y Abbie Cornish. Con esta última se reencontrará después de rodar Stop-Loss, película acerca de los soldados que vuelven de Irak, aún pendiente de estreno. Y poniendo la nota sensasionalista, les diré que muchas voces apuntan que Cornish fue el motivo de la ruptura del matrimonio Phillippe-Witherspoon, no les digo más...
Bueno que me voy del tema, la peli de los vikingos se empezará a rodar a finales de año y la dirigirá Menno Meyjes, el cual rodó hace poco en nuestro país "Manolete", película que no pagaría por ver ni drogado. "Last Battle Dreamer" contará la historia de dos hermanos vikingos del siglo XVII que invaden Gran Bretaña. Su director la define como "una historia de amor escrita en fuego y sangre". Habrá que seguirle la pista.
Y aún no hemos acabado, porque casualidades de la vida ayer vi una recomendable película protagonizada por Phillippe ...
Fingers, ataque terrorista: Lo que a primera vista parece ser una película del montón hecha con cuatro duros y destinada a la televisión, acaba resultando un thriller muy interesante al que no le sobra ni falta nada (dura 83 min apenas) y que consigue mantener la atención y el suspense con una gran habilidad para dosificar la información a lo largo del metraje, culminando en un final sorprendente. Además, contiene un mensaje potente acerca del terrorismo y la globalización que hace pensar en donde está la línea que separa lo ético de lo que no lo es.
Protagonizada por un créible y sufridor Ryan Phillippe y por Lawrence Fishburne que es quien se lo hace pasar mal, es una opción muy a tener en cuenta cuando uno sabe que alquilar en el videoclub.
***1/2 (3'5/5)
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